Las potencias occidentales buscan alternativas para garantizar una fuerza internacional en Bosnia si Rusia bloquea la renovación de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU, afirmó este martes el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Rusia, aliada de los serbobosnios y miembro del Consejo de Seguridad con poder de veto, ha criticado la misión de la ONU en el país balcánico, liderada por la Unión Europea, aunque aceptó de mala gana en noviembre prolongar un año su mandato.
Pero desde el drástico deterioro de las relaciones de Occidente con Moscú debido a la invasión rusa de Ucrania en febrero, los líderes serbobosnios han intensificado el lenguaje separatista.
"Algún tipo de fuerza internacional con un mandato adecuado es esencial para tratar de mantener un entorno seguro en Bosnia Herzegovina", dijo Blinken al Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tras ser consultado sobre el punto.
"Estamos comprometidos con distintas partes interesadas en la planificación de contingencia", agregó. Si el mandato no se renueva en noviembre, "estamos tratando de asegurarnos de tener un respaldo", aseguró.
La embajada de Rusia en Sarajevo advirtió a principios de abril que la actitud de Occidente podría causar "desestabilización" en Bosnia, lo que generó temores de que el conflicto de Ucrania se desborde.
La declaración de Rusia se produjo después de que el Alto Representante para Bosnia y Herzegovina, Christian Schmidt, que cuenta con el respaldo de Occidente pero no es reconocido por Moscú, suspendiera una controvertida ley que habría permitido a los serbios del país apoderarse de propiedades estatales en su territorio.
Esa medida debilitaría aún más al gobierno central, que se rige por los Acuerdos de Dayton de 1995 negociados por Estados Unidos para poner fin a la guerra en el país y que estipulan que se comparta el poder.
Los serbobosnios han intensificado las amenazas de separarse de Bosnia, al que su líder Milorad Dodik califica de "país imposible".