El nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, defendió este lunes soluciones regionales a la crisis migratoria generada por el éxodo venezolano e impulsar una agenda latinoamericana económica y ambiental independiente de las afinidades políticas de los países.
En su primera conferencia de prensa con corresponsales internacionales, el presidente izquierdista de 36 años enfatizó que Chile "es latinoamericano", que le interesa ser parte de la región. Estas declaraciones se desmarcan de aquellas de su antecesor, el conservador Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), que antes de la crisis social de 2019 afirmaba que su país era un "oasis".
"Es necesario e importante de que América Latina vuelva a tener una voz en el mundo, que durante mucho tiempo la hemos ido perdiendo", dijo el presidente, que asumió el poder el viernes.
"Eso no depende, por supuesto de una sola persona, nosotros vamos a aportar humildemente en esa dirección en la región", apuntó.
Boric afirmó que "hay que dejar de crear organizaciones en función de las afinidades ideológicas de los mandatarios de turno".
"En ese sentido Prosur, Unasur o el Grupo de Lima y la serie de siglas que ustedes conocen, donde muchas veces se agrupan según las afinidades, (...) han mostrado que no sirven para unirnos ni para avanzar en la integración", agregó.
"Nuestras relaciones con los países son institucionales", dijo, sin ocultar su afinidad con el brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva; con el candidato de la izquierda colombiana Gustavo Petro, o con postulados del Movimiento al Socialismo (MAS) en el gobierno de Bolivia.
- Crisis migratoria -
Ante la crisis migratoria que atraviesa Chile en su frontera con Bolivia, donde desde finales de 2020 ingresan por pasos clandestinos miles de personas, en su mayoría de Venezuela, Boric dijo que es un tema que las actuales autoridades analizan desde la victoria electoral de la izquierda en diciembre.
Han estudiado el sistema de cuotas que implementó la Unión Europea "a propósito de la crisis derivada de la guerra en Siria, que sabemos es el mayor éxodo mundial en este momento", indicó.
Adelantó que próximamente hablará al respecto con sus pares latinoamericanos.
En una crisis migratoria, "en este caso de más de seis millones de personas que han inmigrado de Venezuela en particular, la carga no puede recaer en uno o un grupo de países", dijo al referirse a Colombia, Perú y Chile.
"Tenemos que expresar la solidaridad latinoamericana, y ahí todos los países de la región, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y también Bolivia, tienen un rol que cumplir", agregó, tras aclarar que se trata de propuestas para poner sobre la mesa en un diálogo multilateral.
- Lento, sin "arrogancia" -
El mandatario, que reiteró que no llegó al poder con ánimos refundacionales, también se refirió al tema ambiental y a los acuerdos comerciales y de energía.
"Nuestro gobierno va a ser un gobierno que enfrente la crisis climática, vamos a avanzar en mayor reconversión hacia energías renovables, en un uso más eficiente de los recursos, ojalá avanzar hacia una transformación del modelo de desarrollo que sea compatible y sostenible con la naturaleza", dijo.
En cuanto a los tratados comerciales, defendió que se revisen y discutan entre las partes pero aseguró que su Gobierno cree "firmemente en el multilateralismo".
"Acá no van a haber revisiones unilaterales de tratados. Respetamos y vamos a respetar las obligaciones que hemos contraído. Lo que hemos señalado es que nos gustaría, con nuestras contrapartes, mejorar algunos aspectos", apuntó.
Las expectativas en la población son altas en lo social y se comparan con aquellas de la época del presidente socialista Salvador Allende (1971-1973), por lo que Boric afirmó: "Los cambios profundos son lentos y hay que actuar sin arrogancia".
"Yo creo que nosotros estamos construyendo sobre lo que se construyó antes, y por lo tanto los profundos cambios que queremos enfrentar no es partir de cero. Acá no estamos hablando de una refundación, esto es más bien como un gran transatlántico que cuando uno hace un giro se mueve más bien lento (...) por lo tanto mantener bien firme el timón", afirmó.