El gobierno de Canadá hizo un llamado para detener en forma “inmediata” la violencia, la represión, las detenciones arbitrarias y las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, que han dejado unos 360 muertos.
Urgió al gobierno nicaragüense a actuar inmediatamente para detener a los grupos militares y sus acciones.
“La violencia contra estudiantes, miembros del clero, periodistas y activistas políticos y de derechos humanos es inaceptable y debe terminar”, expresó la canciller Chrystia Freeland.
Catalogó como “deplorable” el uso desproporcionado de la fuerza contra los estudiantes, como el pasado fin de semana en Managua en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
“Hacemos un llamado a todas las partes a involucrarse en un diálogo significativo para trabajar hacia una solución sustentable de la crisis y al gobierno de Nicaragua a ayudar a crear las condiciones para unas discusiones seguras, pacíficas y constructivas”, señaló.
La canciller estableció que Canadá seguirá trabajando con los países socios en el hemisferio para ayudar al pueblo de Nicaragua a encontrar la paz y una solución duradera a la crisis.
Nicaragua vive una crisis sociopolítica desde el pasado 18 de abril, cuando el gobierno del presidente Daniel Ortega ordenó la represión de las primeras protestas civiles que exigen su renuncia y la de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, la cual ha dejado más de 360 muertos, según grupos activistas.