Cañones de agua y gas lacrimógeno vs manifestantes en Tailandia

Varios cientos de manifestantes se congregaron cerca del parlamento, onde diputados y senadores debaten sobre una posible reforma de la constitución

AFP

  · martes 17 de noviembre de 2020

Foto: Reuters

La policía hizo uso el martes en Bangkok de cañones de agua y gases lacrimógenos contra manifestantes congregados cerca del parlamento, donde diputados y senadores debaten sobre una posible reforma de la constitución, reclamada por el movimiento pro-democracia.

En un intento de presionar a los parlamentarios, varios cientos de manifestantes se congregaron en torno al edificio, protegidos por bloques de hormigón, alambres de púas y cientos de policías.

Algunos militantes intentaron abrirse paso y la policía antidisturbios utilizó entonces cañones que mezclaban agua con productos químicos y, por primera vez desde el comienzo de la protesta, gases lacrimógenos, constataron periodistas de la AFP.

Los manifestantes piden la destitución del primer ministro Prayuth Chan O Cha, en el poder desde el golpe de estado de 2014, reformas para limitar los poderes de la monarquía y una revisión de la constitución, adoptada en 2017 y considerada demasiado favorable al ejército.

El parlamento está reunido para decidir qué proyectos de enmiendas constitucionales acepta examinar. Debe votar sobre este punto el miércoles.

Una parte de la oposición y una organización no gubernamental han presentado al parlamento varias propuestas de enmienda, en particular para reformar el Senado, la comisión electoral y el tribunal constitucional, que son considerados como demasiado próximos al ejército.

Una de ellas prevé también que el primer ministro deberá pertenecer obligatoriamente a las filas del parlamento.

Los 250 senadores, nombrados por la junta, no deberían aceptar fácilmente recortar sus prerrogativas y un posible cambio constitucional llevará mucho tiempo, según los observadores.

Los partidarios de la realeza también se reunieron en el parlamento por la mañana para oponerse a cualquier reforma.

El movimiento pro-democracia, por su parte, asegura su deseo de modernizar la monarquía, pero en ningún caso querer abolirla.