Cerca de 90 elefantes fueron encontrados muertos y a casi todos les quitaron los colmillos cerca de un famoso parque en Botswana, un caso que estaría relacionado directamente con las actividades de cazadores furtivos, informó hoy el grupo de conservación Elephants Without Borders.
Botswana tiene la población de elefantes más grande del mundo, con alrededor de 130 mil ejemplares, por lo que el gobierno del país debe tomar “acción urgente e inmediata” para detener la caza furtiva, sostuvo el doctor Mike Chase, del grupo de conservación que lleva a cabo una extensa encuesta de las muertes.
Personal de Elephants Without Borders descubrió los cuerpos de al menos 87 paquidermos cuando realizaba una amplia investigación aérea sobre la vida silvestre en el Delta del Okavango, en la región de Ngamiland, en el norte de Botswana, que es descrito como el último edén de África.
El científico Chase dijo que muchos de los elefantes fueron asesinados por sus colmillos hace apenas unas semanas cerca del santuario de vida silvestre protegido de Okavango, que es un vasto delta del río interior, conocido por sus extensas llanuras cubiertas de hierba que se inundan estacionalmente.
Chase se dijo conmocionado por la escala de la caza furtiva de elefantes, que es la más grande que se ha registrado en África hasta la fecha, pues es el doble del número de individuos capturados que él mismo registró en 2015.
Atribuyó el incidente al desarme de la unidad anticaza furtiva de Botswana, lo cual ocurrió después de que el presidente del país, Eric Mokgweetsi Masisi, asumió el cargo en abril pasado, sin que diera una razón para hacerlo. De hecho, hasta el momento el gobierno no se ha pronunciado sobre este reporte.
Una investigación está en curso y continúa el conteo de elefantes muertos, por lo que la cifra final de este episodio podría ser mayor.
“Esto requiere una acción urgente e inmediata del gobierno de Botswana”, pues el país siempre ha estado a la vanguardia de la conservación y requerirá voluntad política para proteger a la población de elefantes, dijo el profesor.
“Nuestro nuevo presidente debe defender el legado de Botswana y abordar este problema rápidamente. El turismo es de vital importancia para nuestra economía, el empleo y nuestra reputación internacional, lo que está en juego aquí es una fortaleza segura para los elefantes”, declaró.