China protestó formalmente por la visita a Milán del XIV DalaiLama, Tenzin Gyatso, quien fue recibido por el alcalde de Milán,Giuseppe Sala, y se le concedió la ciudadanía honoraria.
“El hecho de que el Consejo municipal y las otrasinstituciones estén presentes en complicidad con la visita delDalai Lama y le confieran la ciudadanía honoria ha heridogravemente los sentimientos del pueblo chino”, dijo una nota dela embajada china en Roma.
Advirtió que “todo ello tiene un impacto negativo en lasrelaciones bilaterales y en la cooperación entre las regiones delos dos países”.
“China, a través de sus representantes institucionales,expresa fuerte rechazo y firme oposición”, concluyó.
A su vez, la portavoz de la cancillería china Hua Chunyingrecordó que “nuestra posición es clara, nos oponemos firmementea todo contacto (del Dalai Lama) con funcionarios de otrospaíses”.
“Esperamos que los distintos países puedan respetar laposición de China y esperamos que puedan tomar iniciativastangibles para tutelar la confianza recíproca y salvaguardar lasrelaciones bilaterales”, dijo la funcionaria en rueda deprensa.
El Dalai Lama fue recibido también por el arzobispo de Milán,Angelo Scola, con quien intercambió saludos cordiales, le besólas manos y le regaló la “pañoleta blanca de lafelicidad”.
El cardenal, por su parte, le entregó una estatuilla en oro dela Virgen y un libro sobre San Ambrosio.
Con el alcalde milanés, en cambio, el Dalai Lama mantuvo unrápido y reservado encuentro.
Sobre la reacción de Pekín el Dalai Lama se limitó a declararque “algunos protestan porque no saben lo que estoy promoviendo,otros son organizados por la embajada china para crearproblemas”.
Denunció que las autoridades chinas realizan controles yrevisiones constantes contra los tibetanos, en un clima “muyoscuro y represivo”.
“Lo admita o no, el Tibet es una espina para China”,señaló.