Al menos cinco personas fallecieron y decenas de personas resultaron heridas en un inusual tornado que azotó el jueves varias localidades del sureste de la República Checa, indicaron este viernes los equipos de rescate, que siguen las labores de búsqueda de posibles nuevas víctimas.
"Es el infierno en la tierra", declaró el gobernador regional, Jan Grolich, tras visitar la zona afectada.
"Puedo confirmar la muerte de cinco personas", indicó a la AFP Hedvika Kropackova, portavoz de los servicios locales de urgencia, quien precisó que hay 63 personas hospitalizadas, de las cuales 10 de ellas se encuentran estado grave.
"Pero habrá más", agregó la responsable. En varios lugares, los rescatistas proseguían las labores de búsqueda entre los escombros.
Además, equipos de salvamento procedentes de Austria y Eslovaquia también participaron en las tareas de rescate y el ejército checo fue desplegado en la región.
El tornado, acompañado de granizos del tamaño de una pelota de tenis, afectó a varias localidades; entre ellas, Hodonin, junto a la frontera eslovaca. También causó daños en un residencia de ancianos y en un zoológico local.
"Estamos trasladando a los ancianos a un hotel de la ciudad", señaló el ayuntamiento de Hodonin en un mensaje en Facebook.
La región sufrió además importantes cortes de electricidad y este viernes 78.000 hogares y empresas estaban sin suministro. Asimismo, la caída de cables de alta tensión provocó interrupciones de tráfico en la autopista que conecta Praga con la capital de Eslovaquia, Bratislava.
En los vídeos que circulan por las redes sociales, se pueden apreciar edificios derruidos y árboles descuajados, así como algunos incendios.
Más de mil viviendas afectadas
El ministro del Interior, Jan Hamacek, afirmó que la tempestad afectó a más de 1.000 viviendas de la región.
Por su parte, el adjunto al alcalde del municipio de Hrusky, Marek Babisz, visiblemente afligido, aseguró que la mitad de la localidad quedó arrasada.
En estos momentos, especialistas están examinando las zonas más golpeadas "para determinar aquellas viviendas que serán demolidas y cuáles se pueden salvar", señalaron.
La iglesia de Hursky, por ejemplo, perdió su campanario y el techo durante el tornado.
Mientras tanto, se está limpiando la parte menos azotada del municipio, con camiones que llegan y salen llenos de escombros.
"Ahora estamos tratando de garantizar comida y agua para que todos puedan comer un poco", dijo Babisz.
La impresionante tormenta de granizo también provocó daños en el castillo de la localidad vecina de Valtice, que forma parte del patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, envió un mensaje de pésame a las familias de las víctimas y deseó "mucho ánimo" a los checos a través de un mensaje en Facebook.
La tempestad obligó al primer ministro, Andrej Babis, a permanecer en Bruselas tras la cumbre europea, celebrada el jueves, debido al riesgo que acarreaba aterrizar en Praga.
En la vecina Polonia también se registró un tornado en la provincia de Malopolska (sur), que dejó un herido y provocó daños materiales, según los medios locales.
Los tornados son raros en la República Checa. El último se remonta a 2004, cuando medio centenar de viviendas en la localidad de Litovel (este) resultaron dañadas.
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