Corea del Norte realizó un gigantesco desfile militar este sábado, según unas imágenes retransmitidas por televisión, con miles de soldados sin mascarilla en un país que cerró sus fronteras hace ocho meses y en el que según su dirigente, Kim Jong Un, no hay un solo caso de coronavirus.
El esperado acto formaba parte de las conmemoraciones del 75º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, en el poder.
El hermético régimen comunista celebró el evento encerrado en sí mismo después de que cerrara sus fronteras hace ocho meses para protegerse del coronavirus, del que no informó de ningún caso.
En un discurso ante el público, Kim Jong Un se mostró agradecido de que "ni una sola persona" hubiera contraído el coronavirus en el país, y afirmó que deseaba "buena salud a todas las personas del mundo que luchan contra los males de este funesto virus".
La cadena pública KCTV retransmitió las imágenes de los escuadrones de soldados armados y de vehículos blindados, alineados por las calles de Pyongyang, listos para desfilar por la plaza Kim Il Sung, en imágenes nocturnas.
Ni los participantes ni el público asistente llevaban mascarilla, pero había muchos menos ciudadanos de los que suele haber en la plaza.
La emisión comenzó con una imagen de un cartel propagandístico de las conmemoraciones, en el que aparecen tres norcoreanos con los símbolos de una hoz, un martillo y un pincel y el lema "La mayor victoria para nuestro gran partido".
En general, los desfiles norcoreanos se cierran con algún misil que el gobierno quiera destacar entre todo su arsenal, y los observadores suelen prestar especial atención a esto, en busca de cualquier pista sobre el desarrollo armamentístico del Norte.
"Continuaremos reforzando nuestro ejército, con fines de autodefensa y de disuasión", declaró el líder norcoreano en su discurso.
Según indicaron en un comunicado los jefes de Estado Mayor surcoreanos, el desfile habría tenido lugar a primera hora de la mañana de este sábado cuando se "detectaron señales de un desfile militar con gente y equipo" en la plaza de Kim Il Sung de Pyongyang.
Las agencias de inteligencia surcoreana y estadounidense "siguieron de cerca el acto", añadieron.
- "Gran paso hacia adelante"
Se cree que Corea del Norte ha seguido desarrollando su arsenal, supuestamente para protegerse de Estados Unidos, tras el fracaso de la cumbre de Hanói con el presidente Donald Trump en febrero del año pasado.
Los analistas creen que el país está desarrollando un nuevo misil balístico para submarinos (SLBM) o un misil balístico intercontinental (ICBM) capaz de alcanzar a Estados Unidos y de evadir los sistemas de defensa estadounidenses.
El aniversario del Partido de los Trabajadores significa que Corea del Norte "tiene una necesidad política y estratégica de algo grande", interpretó Sung-yoon Lee, un profesor coreano de la Universidad Tufts en Estados Unidos.
La demostración de las armas más avanzadas "significará un gran paso hacia adelante en la capacidad real de amenaza de Pyongyang", aseguró.
A diferencia de otras ocasiones, la prensa extranjera no fue autorizada a presenciar el desfile y como muchas embajadas están cerradas por el coronavirus, apenas había observadores extranjeros en la ciudad.
La embajada rusa en Pyongyang colgó un mensaje en su página de Facebook pidiendo a los diplomáticos y a otros representantes internacionales que no "se acerquen ni tomen fotos" de las conmemoraciones.
- ¿Mascarillas y misiles? -
A finales de diciembre, Kim amenazó con mostrar una "nueva arma estratégica", pero los analistas piensan que Pyongyang tratará cuidadosamente de no hacer peligrar sus posibilidades con Washington antes de la próxima elección presidencial estadounidense de noviembre.
Alardear de su armamento estratégico en un desfile militar "sería coherente con la promesa de Kim Jong Un", aunque por otro lado, no interesa "provocar a Estados Unidos con el ensayo de un arma estratégica", apuntó Rachel Lee, antigua asesora del gobierno estadounidense sobre Corea del Norte.
Por su parte, Harry Kazianis, del Centro para los Intereses Nacionales, alertó del riesgo de que la presencia de miles de personas pudiera convertirse en un "gran propagador" del coronavirus, si no se tomaban la "precauciones extremas".
El deficiente sistema de salud de este empobrecido país tendría dificultades para hacer frente a un brote masivo, aunque considera que parecen poco probables las medidas de prevención.
"Obviamente, las mascarillas y los misiles no se mezclan".