Decenas de miles de personas manifestaron este sábado en Polonia tras la muerte de una mujer embarazada, víctima, según las ONG de defensa de los derechos de las mujeres, de una ley en vigor desde inicios de año que prácticamente prohíbe el aborto.
Izabela, de 30 años y embarazada de 22 semanas, falleció a finales de septiembre en un hospital de Pszczyna, en el sur de Polonia.
"Los médicos esperaron a que el feto muriera. El feto murió, la paciente murió. Shock séptico", escribió Jolanta Budzowska, abogada de la familia, en un tuit.
Según ella, Izabela es la primera víctima de la decisión del Tribunal Constitucional de octubre de 2020, que entró en vigor a finales de enero.
El Tribunal, respaldado por el partido en el poder Derecho y Justicia (PiS), prohibió el aborto en casos de malformación fetal grave, lo que dio lugar a la prohibición de todos los abortos excepto en casos de violación o incesto, o cuando la vida de la madre está en peligro.
"Ni una más" corearon los miles de manifestantes en Varsovia que se reunieron frente a la sede del Tribunal antes de marchar hacia el ministerio de Salud.
"Estoy aquí para que la vida de ninguna mujer vuelva a estar en peligro. La legislación actual está matando a las mujeres", dijo a la AFP Ewa Pietrzyk, una ciudadana de unos 40 años que llevaba una foto de Izabela.
Según un comunicado de la familia de Izabela, los médicos del hospital de Pszczyna "adoptaron una actitud de espera", que relacionaron con "la normativa vigente que limita la posibilidad de un aborto legal".
"El niño pesa 485 gramos. De momento, gracias a la ley sobre el aborto, tengo que quedarme en cama. Y no hay nada que puedan hacer. Esperarán hasta que muera o (...) que me dé septicemia", escribió Izabela a su madre en un mensaje que fue hecho público.
Casada desde hace diez años, Izabela era la madre de una niña de nueve años.
Según los nacionalistas en el poder, la muerte de la joven no se debió a la decisión del Tribunal.
Dos médicos del hospital de Pszczyna fueron suspendidos de sus funciones tras la muerte de Izabela, mientras la fiscalía local lleva a cabo una investigación.
Según las organizaciones de derechos de la mujer, varios miles de mujeres polacas han buscado ayuda para abortar, sobre todo en el extranjero.