Los niños afroamericanos de Estados Unidos, incluso aquellos que nacen en las familias más ricas de los vecindarios más acaudalados del país, siguen teniendo menos ingresos en la edad adulta que los anglosajones con antecedentes similares, según un estudio.
Publicado este lunes por el Proyecto para la Igualdad de las Oportunidades, el informe destacó que mientras es probable que los niños blancos que crecen en la riqueza se mantengan así toda su vida, los menores afroamericanos tienen más probabilidades de volverse pobres que de permanecer ricos.
Los niños afroamericanos nacidos en el quintil de mayores ingresos del país tienen la misma posibilidad de mantenerse así que de descender al quintil más bajo. Los niños blancos, en cambio, tienen cinco veces más probabilidades de mantenerse ricos que de caer en la pobreza.
Elaborado por investigadores de las Universidades de Harvard y Stanford, y de la Oficina del Censo, el texto señaló que incluso cuando los niños crecen uno al lado del otro con padres que obtienen ingresos similares, a los afroamericanos les va peor que a los blancos en el 99 por ciento en Estados Unidos.
Basado en datos de 20 millones de niños y sus padres, el estudio concluyó que “los niños afroamericanos tienen tasas mucho más bajas de movilidad ascendente y mayores índices de movilidad descendente que los blancos, lo que genera disparidades de ingresos”.
Estas disparidades de ingresos persisten por generaciones. La misma tendencia también sucede en el caso de los niños nacidos en familias de indígenas norteamericanos en comparación con menores de edad blancos.
Para los hispanos, sin embargo, la tendencia es diferente. “Si bien los hispanos y los afroamericanos en la actualidad tienen ingresos comparables, los ingresos de los hispanoamericanos aumentan constantemente a lo largo de las generaciones”, asentó el documento.
Así, los hispanos tienden a mejorar sustancialmente sus ingresos al paso de generaciones, cerrando gran parte de la brecha con los hombres blancos.
El estudio también encontró que la brecha de ingresos y de movilidad social existe solo entre los niños varones hacia su vida adulta. En el caso de las mujeres, las niñas blancas y afroamericanas crecen sin mostrar una brecha en sus ingresos.
El documento también precisó que las diferencias de ingresos entre afroamericanos y blancos son menores en vecindarios de menor pobreza con menos prejuicios raciales, y con un mayor número de padres en el hogar.
“Concluimos que la reducción de la brecha de ingresos entre blancos y negros requerirá esfuerzos cuyos impactos crucen líneas de vecindarios y de clase, y que aumenten la movilidad ascendente específicamente para los hombres negros”, resaltó el estudio.