El papa Francisco reafirmó este lunes su apego al celibato de los sacerdotes, salvo casos excepcionales, después de que su predecesor Benedicto XVI exhortara a no ordenar sacerdotes a hombres casados.
"La posición del papa sobre el celibato es bien conocida. En una conversación con los periodistas al retornar de Panamá", en enero de 2019, "el papa Francisco afirmó: me viene a la memoria una frase de San Pablo VI: 'prefiero entregar mi vida que cambiar la ley sobre el celibato'", declaró el director de la sala de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
"Entonces (Francisco) había añadido: 'personalmente, creo que el celibato es un don para la Iglesia. No estoy de acuerdo con que se permita el celibato como opción. Quedarían algunas posibilidades, en las localidades más remotas, pienso en las islas del Pacífico (...) cuando hay una necesidad pastoral'", agregó Bruni, citando al papa.
Esta precisión del portavoz del Vaticano tiene lugar un día después de que Benedicto XVI, a través de un libro, tomara posición a favor del celibato de los sacerdotes.
El papa emérito, de 92 años, que dejó el pontificado en 2013, se expresó sobre el celibato en una obra coescrita con el cardenal ultraconservador Robert Sarah, cuyos extractos fueron publicados el domingo por el diario francés Le Figaro.
"(...) Es urgente, necesario, que todos, obispos, sacerdotes y laicos, recuperen una mirada de fe en la Iglesia, y en el celibato sacerdotal que protege su misterio", afirman.
Esta toma de posición se produce en el marco de un debate sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados de cierta edad (llamados "viri probati") en Amazonía, un territorio en el que faltan sacerdotes.
Francisco adoptará una decisión al respecto en las próximas semanas.