PARIS, Francia – Unos 464.000 afiliados al Partido Social Demócrata (SPD) alemán comenzaron ayer a votar para decidir si aprueban la nueva gran coalición negociada con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel.
La consulta, que se realizará por correo hasta el 2 de marzo, podría echar por tierra el pacto de gobierno firmado el 7 de febrero por ambos partidos y por carácter transitivo— colocaría en peligro un cuarto periodo de Merkel en el poder.
Los sondeos predicen que la votación, cuyo resultado oficial se conocerá el 4 de marzo, aparece extremadamente incierta pues una parte importante de sus militantes se opone al acuerdo negociado por el presidente del SPD, Martin Schulz.
Las fuertes críticas suscitadas por ese acuerdo obligaron a Schulz primero a abandonar su ambición de ser el ministro de Relaciones Exteriores de la coalición y luego a renunciar a la dirección del partido. La principal oposición a la GroKo (acrónimo de Grosse Koalition = grand coalición) proviene de las Juventudes Socialdemócratas, conocidas como Jusos, que dirige Kevin Kühnert.
Desde hace tres meses, ese talentoso orador de 28 años viaja por todo el país instando a volver a la oposición para “recuperar el alma del partido”, perdida durante los cuatro años que el SPD participó en la coalición con los conservadores de Angela Merkel.
A título de ejemplo, los Jusos muestran los resultados de las elecciones de octubre, en las que el SPD obtuvo 20,5% de los votos —el caudal más bajo de su historia— y perdió 40 diputados en el Bundestag. Numerosos militantes socialdemócratas, en particular la base obrera y parte de la clase media, prefirieron votar al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).
El caso de triunfar el 'no' en el referéndum interno del SPD, Alemania caería en la situación inédita de tener que aceptar un gobierno minoritario formado entre la CDU y su aliado bávaro CSU (Unión Social Cristiana). La otra alternativa sería convocar a nuevas elecciones a través de un complicado mecanismo que debe poner en marcha el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Ese escenario sería nefasto para el SPD. Un sondeo del instituto Insa demostró el lunes que, con apenas 15,5% de intenciones de voto, el SPD dejó de ser el segundo partido del país. Ese lugar es ocupado ahora por la extrema derecha del AfD, que totaliza 16%. Para tratar de evitar esa alternativa, la vieja dirigencia socialdemócrata dejó paso a la nueva generación.
Andrea Nahles, candidata a suceder a Schulz en la presidencia del partido, y Olaf Scholz están recorriendo el país para convencer a los militantes de que aprueben el acuerdo.