Una nueva ley para proteger informaciones sensibles en línea entra en vigor este miércoles en China, último capítulo del arsenal legislativo del país para endurecer la vigilancia de su enorme sector tecnológico.
La ley desea reforzar el control de las transferencias de datos al extranjero y define qué tipo de informaciones conciernen a la seguridad nacional.
Esas últimas semanas, las autoridades chinas se han mostrado especialmente intransigentes frente a las prácticas de los gigantes tecnológicos y el uso que hacen de la información de cientos de millones de usuarios.
Estos son los principales puntos de esta nueva ley:
A quién afecta
La ley define las responsabilidades de todas las empresas y organizaciones que manejan datos.
Establece multas de hasta 10 millones de yuanes (1,55 millones de dólares) para ofensas que incluyen filtraciones o fallos a la hora de verificar la identidad de compradores y vendedores de información.
Su alcance es amplio e incluye datos almacenados y manejados dentro de las fronteras chinas, así como informaciones en el exterior que podrían afectar la seguridad nacional china o a los derechos de sus ciudadanos.
Organizaciones e individuos tienen prohibido entregar información a agencias policiales extranjeras sin permiso chino.
Eso indica que "habrá un control más estrecho sobre la transferencia de datos más allá de la frontera", declaró a AFP Angela Zhang, profesora de Derecho de la Universidad de Hong Kong.
La ley otorga a Pekín el derecho de tomar represalias contra gobiernos extranjeros que tomen medidas "discriminatorias" contra China en los sectores de datos y tecnología.
Seguridad nacional
La ley también hace una clasificación de las informaciones en función de su importancia o del "riesgo" que representan para "la seguridad nacional".
Hay temores crecientes en Pekín sobre los potenciales riesgos que representa para la seguridad nacional la posibilidad de que informaciones chinas terminen en manos extranjeras.
Las compañías también deberán "asumir mayores responsabilidades para cumplir las obligaciones de protección de la seguridad de los datos y realizar evaluaciones periódicas de riesgo en sus actividades de procesamiento de datos", dijo Zhang.
Mano dura
La ley entra en vigor en momentos que crece la presión sobre las empresas tecnológicas chinas después de años de crecimiento acelerado.
China había intentado impedir que las grandes firmas se registren en el exterior, argumentando justamente su preocupación sobre la seguridad de los datos que manejan.
El gobierno abrió este año investigaciones en materia de ciberseguridad en varias empresas tecnológicas registradas en Estados Unidos, incluyendo Didi y la plataforma de camiones Full Truck Alliance.
La ley de seguridad de datos podría "crear mayores obstáculos regulatorios para las empresas chinas que manejan datos y buscan cotizar en el exterior", comentó Zhang a AFP.
Control digital
La ley de protección de datos forma parte de una serie de normas que moldearán la economía digital china durante décadas.
"El sector tecnológico se convierte un escenario clave en la rivalidad EEUU-China y estas leyes podrían ayudar a extender la influencia china en las políticas tecnológicas en el mundo", comentó a AFP Kenn Yee, analista de políticas de la consultora Access Partnership.
El país también aprobó recientemente una ley de protección de información personal, que entrará en vigor en noviembre, dirigida a frenar la recolección de datos por parte de las empresas.
Una polémica ley de ciberseguridad, en vigor desde 2017, establece restricciones sobre lo que los usuarios de internet pueden publicar en línea, incluyendo cualquier cosa que dañe el "honor nacional", "perturbe el orden económico y social" o busque "derrocar al sistema socialista".