La actual temporada de gripe en Estados Unidos se encamina a ser una de las peores en 15 años con al menos 37 muertes de niños y casi 12 mil hospitalizaciones debido a la influenza, informaron hoy autoridades sanitarias.
La actividad de la influenza continúa siendo generalizada en todo el territorio estadunidense, excepto en Hawai, según el informe semanal sobre la gripe publicado este viernes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, con sede en Atlanta, Georgia).
El número de hospitalizaciones aumentó en casi tres mil personas en una semana, según el informe semanal del CDC.
El virus ha matado al menos a 37 niños hasta el momento, y se han reportado siete muertes en la semana que terminó el 20 de enero pasado.
Para el final de esta temporada, los funcionarios estimaron que es muy probable que el número de muertes pediátricas se aproxime a las 148 registradas durante la temporada de gripe 2014-2015.
Los médicos explicaron que el virus de la gripe que circula en a actualidad es la misma cepavirulenta que predominaba hace tres años y que las muertes de ninos podrían ser el doble en la actualidad porque los decesos fuera de hospital deben informarse primero al médico forense.
Hasta el sábado pasado, la actividad de la gripe fue reportada como alta, si no extrema, en 39 estados más Puerto Rico y en la ciudad de Nueva York.
A través del país más personas buscan atención por enfermedades similares a la gripe que en cualquier otro momento, desde la pandemia de gripe de 2009. Si esa temporada no se incluyera en una comparación, la última vez que Estados Unidos experimentó niveles tan altos de enfermedad similar a la influenza fue en 2003-2004.
La gran mayoría de los casos de gripe provienen de una cepa de virus conocida como H3N2, que se asocia con enfermedades graves en niños pequeños y personas de 65 años o más.
La influenza se caracteriza por producir síntomas de malestar general y respiratorio tan intensos que pueden generar incapacidades médicas y laborales de una semana o más, llevando al paciente incluso a la muerte; mientras que la gripa o resfriado común dura dos o tres días se desarrolla gradualmente y se experimenta moqueo y congestión nasal.