Las 180 personas, entre ellas extranjeros, atrapadas desde el miércoles en un hotel de Mozambique por un ataque de insurgentes yihadistas pudieron ser evacuadas durante una confusa operación que se habría saldado con la muerte de algunas de ellas, informaron fuentes de seguridad.
Los detalles sobre su evacuación del hotel de Palma (noreste) no están claros y las comunicaciones vía telefónica con esa región fronteriza con Tanzania, donde hay un gigantesco proyecto gasístico, son muy precarias y no permiten tener informaciones precisas sobre la situación.
Los insurgentes empezaron a atacar la ciudad costera el miércoles por la tarde, lo que llevó a los aterrados habitantes a huir a los bosques vecinos y a los trabajadores a refugiarse en el Hotel Amarula.
El viernes, un primer grupo de personas refugiadas en el hotel puedo salir en camiones del ejército. Eran unas 80 personas. Pero los camiones fueron atacados en el camino, según estas fuentes de los servicios de seguridad.
"Varias personas murieron pero la mayoría logró huir", dijeron.
El resto de las personas atrincheradas en el hotel huyó caminando y pudieron llegar hasta una playa, donde el ejército las encontró en mitad de la noche y pudo evacuarlas en barco.
El gobierno ha confirmado el ataque y aseguró que fuerzas de seguridad lanzaron una ofensiva para expulsar a los extremistas de la ciudad, pero desde el jueves no hay ninguna declaración oficial sobre lo que está ocurriendo en la ciudad.
El ataque se produjo el día del anuncio por el gigante francés Total de la reanudación de los trabajos de construcción en el yacimiento de gas que debería estar operativo para 2024.
Total es el principal inversor del proyecto, con una participación del 26,5%. Otros seis grupos internacionales están implicados, entre ellos el italiano Eni y el estadounidense ExxonMobil.
"Casi la totalidad de la ciudad ha sido destruida. Mucha gente ha muerto", dijo por teléfono un trabajador evacuado de la planta de gas.
Responsables de la ONG Human Rights Watch, citando a testigos, afirmaron que había "cadáveres en las calles".
Palma está situada a más de 1.800 km al noreste de Maputo, en la provincia de Cabo Delgado, rica en gas, donde las autoridades hacen frente a una violenta insurrección desde 2017.
Yihadistas armados, conocidos con el nombre de Al Shabab ("Los muchachos", en árabe) que juraron fidelidad al grupo Estado Islámico en 2019, han saqueado pueblos y ciudades en la provincia, provocando el éxodo de cerca de 700.000 personas, según la ONU.
En los últimos meses, los ataques habían perdido intensidad debido, según algunas fuentes, a la respuesta militar.
La violencia se ha cobrado la vida de al menos 2.600 personas en la provincia, la mitad civiles, según la oenegé estadounidense ACLED.