Fallece el expresidente de Taiwán Lee Teng-hui

Considerado en los años 90 como la bestia negra de Pekín, falleció a los 97 años

Amber Wang y Patrick Baert | AFP

  · viernes 31 de julio de 2020

Foto: AFP

El expresidente taiwanés Lee Teng-hui, considerado en los años 1990 como la bestia negra de Pekín, falleció el jueves a los 97 años dejando como legado la transición democrática en la isla que la distingue del régimen autoritario que persiste en la China continental.

"Separatista", "Generador de problemas", "Pecador contra la nación china"... Los dirigentes de Pekín no se mordían la lengua cuando se referían al dirigente taiwanés, considerado en Occidente como el padre de la transición democrática en Taiwán.

Lee Teng-hui murió a causa de "un choque séptico y de la insuficiencia de varios órganos a pesar de los esfuerzos del equipo médico para reanimarle", declaró a la prensa el vicepresidente del hospital general de los veteranos de Taipéi.

Recordado como uno de los padres de la transición hacia la democracia y la modernidad en Taiwán tras décadas de dictadura, ejerció como presidente entre 1988 y el año 2000.

Tuvo un rol muy activo para lograr que Taiwán fuera reconocido como un estado soberano en el panorama internacional, llegando a flirtear con las reivindicaciones "independentistas", lo que era percibido por Pekín como una declaración de guerra.

La isla, de 23 millones de habitantes, y la China continental disponen de dos gobiernos distintos desde la huida en 1949 de los nacionalistas del Kuomintang (KMT) tras la llegada al poder en Pekín de los comunistas de Mao Zedong.

Los dos Estados reivindican desde entonces, al menos en teoría, su soberanía sobre el conjunto de la población china y por ello el nombre oficial de Taiwán continúa siendo "República de China", una designación con que la isla es reconocida solo por unos pocos gobiernos en el mundo.

Misiles contra portaaviones

Tras un divorcio de 70 años, un número creciente de taiwaneses ya no se sienten ligados al continente, aunque Pekín amenaza con hacerse con el control de la isla por la fuerza en el caso en que se produjera una declaración de independencia de Taipéi.

Pekín acusa a Teng-hui de haber promovido la independencia taiwanesa al haberse negado a reconocer el "principio de una sola China", un pilar intocable para los dirigentes de la República Popular.

En cambio, el expresidente prefería el concepto de relaciones especiales de "Estado a Estado", algo inaceptable para los dirigentes comunistas.

Su presidencia estuvo marcada por la crisis de los años 1995-96 en que el ejército chino disparó misiles al estrecho que separa el continente de Taiwán.

Este ataque sirvió como represalia al hecho de que Teng-hui acudió a un acto de su antigua universidad estadounidense a pesar de que los dirigentes taiwaneses no pueden mantener relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

Además, el régimen chino quería mostrar su firme oposición a la instauración del sufragio universal directo en las elección del presidente en Taiwán.

La crisis se terminó con el envío de parte de Estados Unidos de un portaaviones en el estrecho de Taiwán, reafirmando la voluntad estadounidense de defender los intereses de la isla.

"Acabar con décadas de autoritarismo"

Teng-hui nació en Taiwán en 1923 durante la ocupación japonesa y a los 20 años se desplazó a Japón para estudiar, llegando a alistarse al ejército japonés.

Experto en cuestiones agrícolas, ejerció como alcalde de la capital Taipéi antes de ser designado vicepresidente de su predecesor Chiang Ching-kuo, hijo y sucesor del dictador Chiang Kai-shek, del Kuomintang.

Tras la muerte de Ching-kuo, Teng-hui fue designado presidente, convirtiéndose en el primer jefe de Estado nacido en la isla.

"Contribuyó a acabar con décadas de autoritarismo e iniciar una nueva era de prosperidad económica", aseguró el jueves Mike Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense, elogiando su figura.