El gobierno francés se reunirá este viernes para tomar medidas ante la progresión "preocupante" de la pandemia de covid-19 en el país, que en las últimas 24 horas ha registrado casi 10.000 nuevos casos, un récord.
"Debemos adaptarnos a la evolución del virus", dijo el jueves el presidente francés, Emmanuel Macron. "Tendremos que tomar decisiones, pero creo que debemos seguir siendo exigentes, realistas, sin ceder al pánico", añadió el jefe de Estado.
Los indicadores se degradan desde hace semanas. En las últimas 24 horas se contabilizaron 9.843 casos, un nivel récord desde el inicio de la epidemia y el lanzamiento de las pruebas a gran escala en el país.
La situación es especialmente preocupante en la región Provenza-Alpes-Costa Azul, en el extremo sureste del país, pero también en la región parisina, donde el virus circula activamente.
El miércoles, la progresión de la epidemia en Francia fue descrita como "preocupante" por el consejo científico que asesora al ejecutivo.
El gobierno "se va a ver obligado a tomar una serie de decisiones difíciles", dijo su presidente, Jean-François Delfraissy.
Después de la primera ola de la primavera, que dejó más de 30.000 muertos, se teme que una segunda ola vuelva a colapsar los hospitales y los servicios de emergencias este otoño.
Por el momento el gobierno ha descartado un confinamiento general de la población, pero Delfraissy mencionó la posibilidad de reforzar la protección entorno a las personas mayores o de mayor riesgo (diabetes, obesidad, enfermedades respiratorias) para "crear una especie de burbuja" alrededor de ellas.
El virus circula actualmente principalmente entre los jóvenes, un grupo de menor riesgo.