México, (Notimex).- El gobierno de la exrepública soviéticade Georgia, la tierra de José Stalin, sucesor de Vladimir Lenin,el fundador de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, halogrado reducir la ola de corrupción que se desató después de suindependencia de la extinta URSS.
De acuerdo con el embajador de Georgia en México, ZurabEristavi, después de su independencia hace 25 años, el país sedesarrollaba muy lentamente porque tenía serios problemas decorrupción y delincuencia que arrastraba desde que pertenecía ala otrora superpotencia mundial.
“En 2003, el cambio del poder que ocurrió después de larevolución de las rosas, un equipo de políticos jóvenes subióal poder con una visión liberal, su eslogan era ´Menos gobierno,más sector privado´ y las primeras reformas que hicieron fueronen la policía, en los servicios públicos, para erradicar lacorrupción sistémica que afectaba mucho el desarrollo delpaís”, dijo Eristavi a Notimex.
“Después con estas reformas en pocos años, Georgia tuvoéxito en su desarrollo económico; aproximadamente del ocho al 10por ciento de crecimiento económico anual”, destacó eldiplomático.
Georgia es un país sin recursos energéticos como gas opetróleo, a diferencia de sus vecinos Rusia, Azerbaiyán yKazajstán que son ricos en ellos.
Sin embargo, explicó, logró un desarrollo sin precedente consus reformas internas, aun con sus conflictos como el embargo queRusia le aplicó como castigo por su política independentistadirigida a la integración europea.
El embajador destacó que, según recientes estudios deopinión, más de 70 por ciento de la población es favorable a laintegración de Georgia con la Unión Europea y la Organizacióndel Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero existe una porción afavor de ser de nuevo parte de una zona política y económicadominada por Rusia denominada Unión Euro-asiática.
Pero “la mayoría de la sociedad es favorable a laindependencia total de Georgia”, destacó el embajador ZurabEristavi.
Georgia es una región especial en la historia de ladesaparecida URSS, porque allí nació y estudió Stalin, unsímbolo de la Unión Soviética, un líder a quienes algunos vencomo héroe y otros como villano.
“Una parte de la sociedad adora a Stalin porque era georgiano,un orgullo nacional, un representante de pueblo georgiano quedirigía un imperio muy grande del mundo, pero también hay otraparte en la que los miembros de sus familias sufrieron muchodurante este periodo de Stalin, era un régimen muy agresivo,famoso por represiones y campos de Gulag”, contó Eristavi.
Un cuarto de siglo después de su salida de la desaparecidaURSS, Georgia no tiene relaciones diplomáticas con Rusia ni quierereanudar su cooperación con ese país. Su interés está dirigidoa la Unión Europea.