El parlamento húngaro aprobó el martes el final del polémico estado de urgencia instaurado para luchar contra la epidemia de coronavirus y que permitió al primer ministro, Viktor Orban, gobernar por decreto durante dos meses.
El fin del estado de urgencia fue votado por unanimidad por los 192 diputados presentes, en una asamblea dominada por el partido nacional conservador Fidesz de Orban. Entrará formalmente en vigor en los próximos días.
La legislación adoptada el 30 de marzo acordó casi plenos poderes al dirigente nacionalista por un tiempo indeterminado, una medida considerada necesaria para luchar contra el nuevo coronavirus.
El gobierno húngaro fue criticado por la oposición y por varios países europeos, que acusaban a Orban de dañar de nuevo la democracia en este país de la Unión Europa.
Pero según varias oenegés húngaras la abolición del estado de urgencia es una "ilusión óptica".
En la sesión del martes, los diputados también adoptaron un texto que, según las oenegés, autoriza al gobierno a decretar en el futuro un "estado de crisis médica" y a legislar por decreto.
Desde hace diez años, Orban aprueba polémicas medidas que reciben críticas europeas, en particular por sus ataques a la oposición, a los medios, las universidades, las oenegés o los demandantes de asilo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo estar "particularmente preocupada" por las medidas especiales adoptadas en marzo.
Catorce estados europeos alertaron por su parte de las violaciones del Estado de derecho en la UE con motivo de la lucha contra la epidemia de COVID-19.
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