Las autoridades del sudoeste y centro de Japón han pedido vigilancia por el temporal de lluvias que ha provocado graves inundaciones y llevado a pedir hoy la evacuación de más de 230.000 personas por riesgo de desbordamientos y derrumbes.
Las precipitaciones continúan cayendo de forma interminente desde el 2 de julio en la isla meridional de Kyushu, la zona más afectada del país y donde se han producido la mayor parte de las más de 60 muertes causadas por el temporal, que ha dejado lluvias récord.
Las autoridades de Hitoyoshi, en la prefectura de Kumamoto, informaron este viernes de que no pueden contactar con 40 personas, además de los 16 oficialmente desaparecidos en todo el país, según el balance más reciente recogido por la cadena pública NHK.
Más de 5.900 viviendas han resultado dañadas en 19 de las 47 prefecturas del país y las autoridades continúan evaluando daños.
Las inundaciones han convertido campos e invernaderos en pantanos y los residentes luchan por limpiar casas y comercios por sí mismos, dado que la maquinaria pesada está encontrando problemas para acceder a ciertas áreas donde las vías de acceso han sido dañadas.
Las autoridades han instado a evacuar a más de 230.000 personas, principalmente en la prefectura de Fukuoka (sudoeste), aunque también en la provincia de Gifu (centro), donde la recomendación afecta a más de 40.000 personas de la ciudad de Gero.
Los expertos creen que la cantidad considerable de lluvia que ha caído sobre el área durante un período de tiempo excepcionalmente prolongado ha sido uno de los factores que ha empeorado los daños.
Además del perjuicio económico, las intensas lluvias representan complicaciones logísticas en un momento en el que están aumentando los contagios de coronavirus en Japón.
Los centros de evacuación están tomando precauciones, como separar a los refugiados usando estructuras de cartón u otros medios, e instalando dispensadores de gel hidroalcóholico.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha llamado a extremar la precaución dada la inestabilidad de las condiciones atmosféricas y prevé que las precipitaciones continúen durante el fin de semana, lo que podría provocar nuevos desastres en el terreno reblandecido.
Se espera que las lluvias torrenciales afecten no sólo al sur y centro del archipiélago, sino también a áreas de la mitad norte.