La Casa Blanca respondió este domingo a las críticas recibidas por despedir al principal inspector del Departamento de Estado, con una alusión a la teoría conspirativa del "Estado Profundo", un supuesto gobierno paralelo que busca derrocar al presidente Donald Trump.
A última hora del viernes, Trump informó a la Cámara de Representantes (Baja) que tenía la intención de despedir a Steve Linick, el cuarto inspector general destituido por el presidente en las últimas seis semanas.
Interrogado sobre esta decisión por la cadena ABC, el consejero comercial de la Casa Blanca Peter Navarro apuntó a "una burocracia ahí afuera" integrada por personas que "creen que fueron elegidas como presidente en lugar de Donald J. Trump".
"Y hemos tenido grandes problemas con... algunos lo llaman el 'Estado Profundo', creo que eso es correcto, por lo que no lamento la pérdida de personas cuando abandonan esta burocracia", dijo Navarro.
Trump y sus aliados disparan con frecuencia contra un supuesto "Estado Profundo" ("Deep State", en inglés), una fuerza que operaría en las sombras dentro del seno mismo del gobierno federal y al que atribuyen la intención de perjudicar al presidente.
No existen pruebas fehacientes de que una fuerza semejante exista en Estados Unidos.
Navarro agregó que los funcionarios que abandonan la administración siempre pueden ser sustituidos por alguien más "leal".
"No al presidente necesariamente, pero a la agenda de Trump. Eso es los importante", dijo el consejero.
Con el caso de Linick, suman cuatro los funcionarios despedidos por Trump desde abril cuya tarea consistía en controlar las actividades del gobierno, una seguidilla de destituciones que ha despertado críticas incluso desde filas republicanas.
Linick, fiscal desde hace mucho tiempo, había sido nombrado en 2013 por el predecesor de Trump, Barack Obama, para vigilar el uso de los 70.000 millones de dólares de la diplomacia estadounidense.
Trump ha transferido o destituido a inspectores generales del Pentágono, Inteligencia y el Departamento de Salud, y recientemente apartó de su cargo a Rick Bright, quien era jefe de la agencia que tiene a su cargo el desarrollo de una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Los comentarios de Navarro tuvieron respuesta de los principales líderes demócratas, quienes han iniciado una investigación en el Congreso por el despido de Linick. Según los legisladores, Linick investigaba acusaciones según las cuales Pompeo abusó de los servicios de una persona nombrada por el poder político, al solicitarle que realizara tareas personales para él y su esposa.
"El presidente tiene derecho a despedir a cualquier empleado federal", dijo la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la cadena CBS.
"Pero el hecho es que si aparenta ser una represalia por algo que el inspector general está haciendo, eso podría ser ilegal", agregó.