Las inundaciones que durante una semana arrollaron la región sudafricana de Durban (costa este) dejaron 435 muertos, según un balance revisado a la baja, tras comprobarse que algunas personas fueron asesinadas o murieron por causas naturales.
"Se anunció un balance de 448 muertos, pero se redujo a 435", declaró el ministro de la Policía, Bheki Cele, durante una rueda de prensa retransmitida en la televisión.
"Los resultados de las autopsias de cuatro cuerpos determinaron que las muertes estaban relacionadas con asesinatos porque se encontraron heridas de bala", dijo.
"Otras nueve personas murieron por causas naturales que no están relacionadas con la catástrofe", añadió.
Sudáfrica sufrió una semana de intensas lluvias, que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en la costa este. La mayoría de las víctimas se registraron en la región de Durban, una ciudad portuaria de unos 3,9 millones de habitantes.
Las autoridades afirman que un número indeterminado de personas aún se encuentran desaparecidas, pero las búsquedas siguen.
La oenegé local Gift of the Givers, presente en el lugar, aseguró el martes a la AFP que recibió denuncias de más de 230 desaparecidos.
Las intemperies también provocaron amplias destrucciones, como el derrumbe de calles y puentos. Más de 4.000 casas fueron destruidas y más de 13.500 resultaron dañadas. Además, las lluvias afectaron más de 600 escuelas.
Diez días después del inicio de la catástrofe, aún hay habitantes sin acceso a agua potable.
Sudáfrica, que se enfrenta a un desastre natural sin precedentes, no se ve afectada en general por las inclemencias del tiempo que azotan regularmente a sus países vecinos, como Mozambique o Madagascar.