El Vaticano ya vive el espíritu navideño luego que a primeras horas de este jueves llegó desde el norte de Italia hasta la Plaza de San Pedro un árbol de Navidad de casi 30 metros de altura que será la atracción en las próximas fiestas decembrinas.
A bordo de un tráiler, el abeto rojo fue trasladado hasta el centro de la plaza vaticana y con una grúa, empleados de la Santa Sede lo izaron y lo anclaron. En los próximos días será adornado con miles de luces y esferas de diversos colores.
El árbol fue donado por la provincia italiana de Pordenone, en el norte del país, con motivo del 50 aniversario de su creación, y estará acompañado de un peculiar nacimiento gigante tallado en arena, donado por el Patriarcado de Venecia.
Tras ser adornado, será iluminado por primera vez el 8 de diciembre próximo, fiesta de la Inmaculada Concepción, y permanecerá hasta el día de la Epifanía, el 6 de enero de 2019.
La tradición del árbol de Navidad gigante en la Plaza de San Pedro data de 1982, cuando el Papa Juan Pablo II aceptó el regalo de un abeto de gran tamaño traído hasta Roma por un agricultor polaco que quiso rendir un homenaje a su compatriota pontífice.
Desde entonces y a lo largo de las pasadas tres décadas, diversas regiones europeas se han encargado de regalar año tras año la planta al obispo de Roma.
Tanto es el interés de participar en esta iniciativa que la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano ya tiene programadas las donaciones que recibirá hasta el año 2035. En esta ocasión la planta fue cortada en el Parque de las Dolomitas, en la norteña región italiana de Friul-Venecia-Julia.
Junto con el gran abeto, llegaron hasta la Santa Sede decenas de otros árboles navideños de diversas dimensiones que serán colocados en varias oficinas y salas vaticanas.