El presidente Emmanuel Macron anunció este martes un multimillonario plan de inversiones, que incluye pequeños reactores nucleares y el desarrollo de robótica en la agricultura, para reindustrializar Francia, luchar contra el cambio climático y reforzar su autonomía a nivel mundial.
El plan France 2030 prevé invertir 30.000 millones de euros (35.000 millones de dólares) en cinco años para que Francia, en palabras de Macron, "vuelva a ser una gran nación de innovación" para esa fecha y gane la "batalla de la independencia", a través de la transición ecológica y digital.
"Debemos aumentar la capacidad de la economía francesa para crecer a través de la innovación", especialmente para "financiar nuestro modelo social", agregó, en un discurso ante empresarios y estudiantes en el Elíseo con aires de precampaña electoral a seis meses de la presidencial.
Aunque no lo vinculó explícitamente a la Unión Europea (UE), su programa coincide con las prioridades que se fijaron los 27 miembros de este club de Estados en su multimillonario plan de recuperación de 2020 para superar la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus.
Y, además, las propuestas del mandatario de la segunda economía de la UE, motor económico del bloque junto a la industrializada Alemania, buscan descarbonizar sus sectores productivos, máxime cuando los europeos se fijaron alcanzar en 2050 la neutralidad de carbono.
Una de las principales medidas es la inversión de 1.000 millones de euros en pequeños reactores nucleares modulares, una energía usada ampliamente en Francia que no genera gases de efecto invernadero, pero que su uso para limitar el calentamiento global divide a países y expertos.
El jefe de Estado quiere convertir además a Francia en "líder del hidrógeno verde" en 2030, que permita "descarbonizar la industria". Y para lograr una agricultura más limpia y con menos pesticidas, prevé 2.000 millones de inversiones, sobre todo en el sector de la robótica.
Otros 4.000 millones se destinarán al transporte, en concreto para desarrollar un avión de bajas emisiones de carbono y para producir para 2030 unos 2 millones de vehículos eléctricos e híbridos, un reto al alcance si los grandes fabricantes franceses cooperan, según Macron.
"Vamos a hacer varias apuestas tecnológicas" en base a una "lógica de innovación científica" y de "organización de mercado", agregó el mandatario liberal, al explicar la "revolución cultural" que propone en materia de investigación en Francia para 2030.
Independencia, autonomía, soberanía
Desde su llegada al poder en 2017, Emmanuel Macron siempre ha defendido una mayor autonomía europea a nivel industrial, frente a rivales como China, abogando incluso por medidas para proteger los conocimientos tecnológicos existentes y para impulsar la innovación.
La coyuntura internacional tras la irrupción del covid-19 reforzó este principio. La industria farmacéutica europea se enfrentó a su dependencia de los principios activos producidos en Asia y el sector automotriz se vio golpeado por la escasez de semiconductores.
El plan France 2030 prevé así "casi 6.000 millones de euros" para "duplicar" la producción de compuestos electrónicos y "garantizar" el suministro de semiconductores, dijo el presidente, para quien Francia "perdió una parte importante de su autonomía" en el sector de robótica y digital.
La crisis sanitaria "señaló nuestra vulnerabilidad" y "nuestra dependencia del extranjero", reconoció el jefe de Estado, al evocar además la falta inicial de mascarillas y el fracaso de Francia para desarrollar una vacuna contra el covid-19.
"Debemos reconstruir los términos de la independencia productiva francesa y europea", instó Macron, cuyo país asumirá en enero la presidencia pro témpore de la UE y para quien su plan busca "retomar el destino de Francia y Europa en mano".
Autonomía, independencia, soberanía... Estos conceptos se anuncian como claves en los seis meses de presidencia francesa de la UE, sobre todo a nivel militar, máxime cuando Estados Unidos reafirmó la reorientación de su política exterior al Indopacífico, para rivalizar con China.
A nivel nacional, la oposición a Macron, que aún no confirmó si opta a su reelección en los comicios de abril aunque todos los sondeos le dan como vencedor, denunció unas "promesas" para "restaurar su imagen electoral", en palabras de su principal rival, la ultraderechista Marine Le Pen.