La decisión de Marruecos de repatriar a sus ciudadanos bloqueados en Europa por el covid-19 a través de Portugal y no de España, a quien Rabat acusa de no respetar los protocolos sanitarios, desencadenó el martes una nueva disputa entre ambos países.
Las autoridades marroquíes decidieron organizar vuelos especiales de repatriación a través de Portugal por la "ausencia de respeto de los protocolos sanitarios" de las autoridades españolas, según el ministerio de Sanidad marroquí.
"Esta decisión se explica por la ausencia de garantías tangibles en el respeto de las medidas tomadas, entre ellas el control del certificado de vacunación y del estado de salud de los pasajeros, con un enfoque firme y adecuado y de conformidad con las recomendaciones y normas reconocidas internacionalmente", explicó el ministerio en un comunicado publicado el lunes por la noche.
"Las autoridades españolas competentes están lejos de asegurar una acción rigurosa de control del estado de salud de los pasajeros durante el embarque de los pasajeros en los aeropuertos", añadió.
Según el ministerio de Sanidad, se detectaron numerosos casos de infección por covid-19 en personas llegadas desde España en vuelos privados, ya sea a su llegada o en tránsito.
España rechazó este martes la acusación. "El comunicado público no es aceptable del punto de vista de España porque no corresponde a ninguna realidad", dijo José Manuel Albares, el jefe de la diplomacia española, durante una rueda de prensa el martes en Madrid.
"España cumple con todos los criterios internacionales de lucha contra el covid, el gobierno trabaja en ello de manera constante", aseguró Albares, quien insistió que España trabaja "con toda su buena voluntad" para mantener "las mejores relaciones con Marruecos".
El ministro ordenó que fuese convocado el encargado de Negocios de la embajada de Marruecos en Madrid, Farid Aoulouhaj, según informó el medio español El Confidencial.
Contactado por la AFP, el ministerio de Asuntos Exteriores no quiso ofrecer más detalles.
El 13 de diciembre, el gobierno marroquí autorizó "excepcionalmente" a los marroquíes radicados en el extranjero a regresar a su país desde Portugal, Turquía y Emiratos Árabes Unidos. Esta operación finalizará el 23 de diciembre.
No es la primera crisis diplomática que enfrentan los dos países. En abril, la decisión española de hospitalizar por "razones humanitarias" a Brahim Ghali, líder de los independentistas saharauis del Frente Polisario, desencadenó una crisis política. Marruecos lo considera un "criminal de guerra".