Más de 1,5 millones de personas fallecieron en Europa debido al coronavirus desde el inicio de la pandemia, que resurge en la región y obliga a las autoridades a reinstaurar las restricciones, muchas veces en medio del descontento social.
Según un recuento de la AFP, Europa superó los 1,5 millones de fallecidos este jueves por la mañana. Esta semana, la región, que incluye a 52 países, registra una media de 4.210 muertes por coronavirus diarias.
Estas cifras se basan en los informes oficiales, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los números reales de víctimas de esta pandemia están muy por encima.
El país más afectado es Rusia, que registra actualmente cerca del 30% del total de los decesos registrados en la región, con una media de 1.246 muertes por día.
En total, el país contabiliza 269.057 fallecidos en esta pandemia, pero, según la agencia nacional de estadísticas Rosstat, que tiene unos criterios para contabilizar a las víctimas del coronavirus más amplios y adaptados que el gobierno, los muertos en Rusia rozaban los 450.000 a finales de septiembre.
Detrás de Rusia están Reino Unido (144.286) e Italia (133.415).
"La situación es grave"
En Alemania, otro de los países más enlutados y donde la pandemia ha resurgido con fuerza, debido en gran parte a la lentitud de la vacunación, se superó la barrera de los 100.000 fallecidos y se registró un récord de infecciones diarias el miércoles, al superar las 75.000.
"La situación es grave", admitió el miércoles el líder socialdemócrata Olaf Scholz, que debe convertirse en el futuro canciller de Alemania relevando a la conservadora Angela Merkel.
Además de las muertes, los contagios también suben en Europa y se situaron en una media de 369.915 nuevos casos la semana pasada, un aumento del 14% con respecto a la semana anterior.
Varios países ya han endurecido sus restricciones, aunque ello ha provocado recientemente protestas en países como Austria, Bélgica o Países Bajos, a veces violentas.
En Francia este jueves el gobierno anunció nuevas medidas para frenar los contagios y acelerar la vacunación aunque se descartan por ahora los confinamientos y los toques de queda, como se ha decidido en Austria, por ejemplo.
El ejecutivo abre la dosis de refuerzo de la vacuna a todos los mayores de 18 años, cinco meses después de su última inyección, a los que el gobierno insta a inmunizarse "en los próximos dos meses".
La mascarilla vuelve a ser obligatoria en el interior de cualquier lugar público y la validez de los test de diagnóstico de covid-19, que el ciudadano debe pagar de su bolsillo, será de 24 horas y no de 72, en un intento de impulsar la vacunación de los reticentes.
La actual ola de coronavirus, la quinta en Francia desde el inicio de la pandemia mundial, "es incontestablemente más fuerte, más larga (....) que la de este verano" boreal, indicó el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
Vacunación desigual
Desde Bruselas este jueves la Comisión europea recomendó la administración de una dosis de refuerzo, a más tardar nueve meses después de la segunda dosis de vacuna anticovid, para dar más fuerza al pasaporte sanitario europeo, que no será válido en caso contrario.
En la Unión Europea en este momento, un 67,7% de la población ha recibido al menos dos dosis de la vacuna, aunque las diferencias son notorias. Según cifras del martes, solo 24,2% de los búlgaros están inmunizados, contra 86,7% de los portugueses.
Este jueves, en un intento de acelerar la lucha contra este resurgimiento del pandemia, el órgano regulador europeo aprobó el uso la vacuna Pfizer para los niños de entre 5 y 11 años.
Esta semana, la OMS temió que el resurgimiento de la pandemia de coronavirus en Europa provoque 700.000 muertos adicionales de aquí a marzo si la tendencia actual continúa y que el total de decesos llegue por tanto a 2,2 millones en la región.
Europa debe tomar "urgentemente" medidas para intentar frenar esta ola, advirtió por su parte el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), agencia sanitaria de la UE encargada de las epidemias.
Varios países que han endurecido sus restricciones en estos días como Austria, Bélgica o Países Bajos, han registrado manifestaciones en las calles para protestar por estas medidas, y algunas de ellas derivaron en enfrentamientos violentos con la policía.