Más de 500 niños sufrieron abusos por sacerdotes de Alemania

Diario de Queretaro

  · martes 18 de julio de 2017

Al menos 547 niños de la escuela del coro de la catedral deRatisbona (sur de Alemania) fueron golpeados y maltratados pormaestros o sacerdotes entre 1953 y 1992, de los cuales 67 sufrieronabusos sexuales, según el informe difundido hoy y encargado por elobispado para aclarar lo sucedido.

El abogado Ulrich Weber, autor de la investigación, presentólas conclusiones de su trabajo, en el que se constata que losresponsables de la escuela debieron tener al menos“conocimientos superficiales” de lo que estabaocurriendo, entre ellos también Georg Ratzinger, hermano del papaemérito Benedicto XVI.

Ratzinger, de 93 años, fue director musical del coro entre 1964y 1994 y cuando salieron a la luz pública los primeros indiciosdel escándalo, en 2010, hablando entonces de unos cincuenta casosde abusos, calificó esas informaciones de“locura”.

Weber considera que el hermano del papa emérito tuvoconocimiento al menos de los castigos físicos que se infligían enla institución, aunque probablemente no de los casos de abusossexuales.

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Ni él ni el resto de sacerdotes tomaron medidas, al imperar loque el autor del informe denomina una “cultura delsilencio”, lo que ha dificultado la investigaciónahora de esos casos.

En el estudio se recogen casos quevan de caricias y tocamientos a violaciones, así como castigosfísicos tales como palizas, bastonazos y golpes con todo tipo deobjetos, fueran llaveros o gruesos anillos.

Asimismo se podía obligar a los niños a comer, cuando noquerían, o se les negaba todo alimento, a modo de castigo.

Weber ha identificado en su informe a 49 personas que “conalta probabilidad” incurrieron en esas prácticas, de lascuales nueve perpetraron las agresiones sexuales.

En el centro se respiraba un ambiente “infernal”,relata el autor del informe, según el cual algunas de esasvíctimas describían su situación en el lugar como similar a un“campo de concentración”.

Como responsable de esa situación señala Weber, por razones dejerarquía, al entonces obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig, quienno abordó con la responsabilidad debida la tarea de esclarecer loque ocurría ahí.

Las etapas más álgidas fueron las décadas de los 60 y 70,mientras que a partir de 1992 empezaron a abordarse las primerasdenuncias de víctimas.

El obispado reaccionó ante ello con el pago de los quedenominó “reconocimiento de servicios”, por los quecada afectado percibió entre 5 mil y 20 mil euros y tras lo cualse daba por zanjado el asunto.

El representante del colectivo de víctimas, Peter Schmitt,elogió el trabajo de Weber, por considerar que ha contribuidoenormemente a sacar a la luz esos casos, aunque advirtió que siguehabiendo una “cifra oscura” de víctimas anónimas queno se han atrevido aún a relatar la experiencia vivida.

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