Las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales en Sudán del Sur, escenario ya de un sangriento conflicto, han afectado a 760.000 personas desde mayo, declaró el miércoles la agencia humanitaria de la ONU (OCHA).
Las lluvias torrenciales han provocado inundaciones en ocho de los diez estados, según OCHA, impidiendo el acceso a los servicios básicos, entre ellos la salud, y "aumentando la vulnerabilidad de las comunidades".
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas anunció a mediados de septiembre que se vio obligado a suspender la ayuda alimentaria a 100.000 personas, por carencia de fondos.
Más del 82% de los 11 millones de habitantes de Sudán del Sur viven bajo el umbral de la pobreza, según el Banco Mundial, y 60% de su población sufre hambre debido a los conflictos, sequías e inundaciones.
Desde su independencia de Sudán, en 2011, el país más joven del mundo se ha visto muy perjudicado por una crisis económico-política crónica, y lucha por recuperarse de las consecuencias de la guerra civil, que ha provocado casi 400.000 muertes y cuatro millones de desplazados, entre 2013 y 2018.