Puerto Príncipe, Haití | AFP.- La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció en un comunicado su retirada definitiva de un barrio popular de Puerto Príncipe, la capital de Haití, debido a los conflictos entre pandillas que asolan la zona.
El barrio de Martissant lleva varios años bajo el control de las bandas, pero la violencia se ha intensificado en los dos últimos meses con la multiplicación de los enfrentamientos entre grupos armados por el control de esta zona de Puerto Príncipe.
La retirada de MSF sigue a la de la policía, que ya había abandonado la comisaría del distrito ante la violencia de las bandas, mientras que varios miles de habitantes tuvieron que huir de sus casas y los bancos y comercios han sido saqueados por los grupos armados.
Médicos Sin Fronteras había suspendido sus actividades en Martissant hace un mes, después de que fuera objetivo de un ataque de las pandillas.
"Incapaz de garantizar la seguridad de su personal y de los pacientes, y queriendo llamar la atención sobre la insostenible situación de Martissant, MSF se ha visto obligada a cerrar sus puertas después de 15 años en la zona", dijo la ONG en un comunicado.
MSF dijo que no había tenido tiempo de retirar sus logotipos del edificio, por lo que se desligó de "cualquier responsabilidad por lo que pudiera ocurrir en los antiguos edificios del Centro de Emergencias".
"MSF sigue decidida a continuar apoyando a la población haitiana en general y a los más desfavorecidos en particular y continúa las conversaciones con vistas a reubicar su centro de emergencias en el área metropolitana de Puerto Príncipe", declaró la organización, que lleva 30 años trabajando en Haití.
"Las actividades de MSF en Martissant iban dirigidas a una población de unas 300.000 personas. La atención prestada se concentraba en el tratamiento de traumatismos, urgencias médicas y ginecoobstétricas", decía el comunicado.
"MSF sigue pidiendo a los elementos armados en Haití que respeten la seguridad del personal sanitario, los pacientes, los equipos y las instalaciones médicas; los vehículos y las ambulancias también deben poder circular con seguridad", agregó.
El nuevo primer ministro Ariel Henry, quien asumió el poder tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio, ha prometido traer paz y seguridad.
Unas dos semanas después de la toma de posesión, la situación de seguridad sigue siendo precaria en este país caribeño asolado por la violencia desde hace años.
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