La canciller alemana Angela Merkel pidió el viernes al presidente ruso Vladimir Putin que libere al opositor Alexéi Navalni, en el primer aniversario de su envenenamiento, algo a lo que el Kremlin se niega.
"Una vez más, le pedí al presidente ruso la liberación de Navalni, y claramente dije que continuaríamos", afirmó Merkel en Moscú durante la rueda de prensa conjunta con Putin.
El presidente ruso se defendió diciendo que su principal opositor no está detenido "por sus actividades políticas", sino por "una infracción criminal con socios extranjeros".
Tras una convalecencia en Alemania, Alexéi Navalni regresó a Rusia en enero y fue inmediatamente detenido y condenado a dos años y medio de prisión, en un caso de fraude que él considera político.
Las autoridades rusas se emplearon los últimos meses a desmantelar toda su red antes de las elecciones legislativas de septiembre: clasificando a sus organizaciones de "extremistas", bloqueando los sitios de internet próximos a Navalni y poniendo a sus aliados bajo libertad vigilada.
Militante anticorrupción, Alexéi Navalni es conocido, especialmente, por sus investigaciones sobre el tren de vida y la malversación de las élites económicas, incluidos Putin y su entorno.
Putin aseguró el viernes que la "lucha contra la corrupción es muy importante" y que Rusia hará "todo" lo posible para erradicarla, pero quiso recalcar que "no puede usarse con fines políticos".
La visita de Angela Merkel a Rusia coincide con el primer aniversario del envenenamiento de Alexéi Navalni, que ella atribuye al Kremlin y a los servicios secretos rusos, el FSB.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, Navalni agradeció el viernes desde prisión a todos aquellos que le salvaron la vida, y dijo que continuaría su combate.