El rey Luis XIV de Francia, conocido como el Rey Sol, estuvo 72 años y casi cuatro meses en el trono. El monarca absoluto, al que se atribuye la famosa frase “el Estado soy yo”, es el protagonista del reinado más largo de la historia, seguido de cerca por un rey más contemporáneo: King Bhumibol de Tailandia.
Bhumibol permaneció 70 años y alrededor de cuatro meses como jefe del país asiático, desde 1947 a 2016, cuando falleció. De los monarcas hoy vivos, estos son algunos de los que más tiempo de reinado llevan a sus espaldas.
ISABEL II.
La reina Isabel II, es la monarca viva que lleva más tiempo ejerciendo como tal. También ostenta el récord dentro de la propia monarquía británica.
“Conocida por su sentido del deber y su devoción hacia una vida de servicio, ha sido una figura importante para el Reino Unido y la Commonwealth durante tiempos de enormes cambios sociales”, se lee sobre ella en la página de la familia real.
Su historia es la de una reina que, en principio, no estaba llamada a serlo. Isabel, nacida en 1926, es la primera hija del príncipe Alberto, duque de York, que era, a su vez, el hijo menor del rey Jorge V.
Sin embargo, en 1936, su tío y heredero al trono, Eduardo VIII, abdicó para poder casarse con Wallis Simpson. De esta manera, el padre de Isabel se convirtió en rey y ella, con diez años, en heredera al trono.
Cuando la salud de su padre comenzó a deteriorarse a mediados del siglo pasado, ella fue ganando presencia en las tareas oficiales. Cuando en 1952 el rey murió por un cáncer de pulmón a los 56 años, Isabel ascendió al trono con 27 años y en él que permanece desde entonces.
SULTÁN DE BRUNEI.
Haji Hassanal Bolkiah Muizzaddin, sultán de Brunei, ocupa el segundo puesto. Tres lustros por detrás de la reina británica. Es el sultán, título equivalente a rey o monarca que se establece en algunos países islámicos, de un pequeño país asiático, pero rico por sus reservas de petróleo y gas. Lleva 54 años en el trono y ha conseguido amasar una importante fortuna personal.
Bolkiah nació en 1946 y, tras la abdicación de su padre en 1967, se convirtió en sultán y fue coronado en agosto de 1968.
Tras la independencia del país del protectorado británico en 1984, se autoproclamó primer ministro e instauró un sistema por el que el monarca es el defensor de la fe. En 2014, el país comenzó a introducir la ley islámica o "sharía" –senda o vía del Islam que conforma el cuerpo del derecho islámico-.
MARGARITA DE DINAMARCA.
Volviendo a Europa, concretamente a Dinamarca, la reina Margarita II, se lleva el bronce en lo que a longevidad en el reinado se refiere, con casi medio siglo como la más alta representante de la monarquía danesa.
Margrethe Alexandrine Þorhildur Ingrid nació en abril de 1940, una semana después de la invasión nazi del país, y es la primera reinante mujer en el país del norte de Europa desde 1412.
Al nacer, sin embargo, tampoco se convirtió en la heredera al trono ya que la sucesión estaba limitada a los varones y recaía sobre el hermano menor de su padre.
En 1953, un cambio en la Constitución permitió a las mujeres acceder al trono, eso sí, solo ante la ausencia de hijos varones, discriminación por razón de sexo que se arregló tras otra reforma en 2009 respaldada en referéndum por los daneses. Tras el fallecimiento de su padre, en enero de 1972, ascendió al trono.
CARLOS GUSTAVO DE SUECIA.
No muy lejos de Dinamarca, en Suecia, el rey Carlos XVI Gustavo, ocupa el cargo desde 1973 y es el monarca que más tiempo ha reinado su país. El ahora rey nació en abril de 1946 como heredero del príncipe Gustavo Adolfo, que tenía cuatro hijas mayores y que, por aquel entonces, por ser mujeres, no eran elegibles para reinar.
Cuando su padre falleció en un accidente aéreo en 1947, ocupó el primer puesto en la línea de sucesión al trono como heredero de su abuelo, el rey Gustavo VI Adolfo. Tras fallecer este en septiembre de 1973, Carlos Gustavo se convirtió en rey.
Hasta 1980, su heredero era su hijo varón, el mediano de tres hermanos, pero tras la eliminación de la preferencia masculina ejecutada por el parlamento, su primogénita, Victoria de Suecia, será la encargada de relevarlo en el trono.
MSWATI DE SUAZILANDIA.
Mswati III, rey absolutista de Suazilandia, una pequeña monarquía africana en la región sudoriental del continente africano, renombrada por el monarca en 2018 como Reino de eSwatini, cierra esta lista en el quinto puesto, tras 35 años de reinado.
Su padre, Sobhuza II, falleció en 1982, pero él no ascendió al trono de manera efectiva hasta 1986, cuando cumplió 18 años. En esos cuatro años, la reina Dzeliwe se convirtió en regente.
En el caso de este pequeño reino, la sucesión, únicamente accesible para hijos varones, es diferente al resto de monarquías de esta lista, en parte por la poligamia que defiende la institución.
De hecho, el actual rey tiene 15 esposas, según diversos medios, muchas de ellas varias décadas más jóvenes que él.
Tras la muerte del rey, un consejo elige a la nueva reina madre entre sus esposas basándose en su estatus. De esta manera, su hijo, que debe ser hijo único y no estar casado, pasaría a ser el heredero de Mswati III.