El número de muertos por las lluvias torrenciales que provocaron inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en el estado brasileño de Rio de Janeiro aumentó, en tanto aún tres personas están desaparecidas, dijeron las autoridades el domingo.
Fuertes precipitaciones azotaron durante tres días una amplia franja de la costa atlántica de este estado del sureste de Brasil, en la última de una serie de tormentas mortales en el país que, según los expertos, empeoran por el cambio climático.
Los rescatistas sacaron el domingo temprano dos nuevos cuerpos del lodo y los escombros que dejó un deslave en el barrio de Monsuaba de Angra dos Reis, ciudad costera 160 kilómetros al suroeste de la urbe de Rio de Janeiro, dijeron las autoridades.
En total, cuatro niños y cuatro adultos murieron en ese lugar, dijo el gobierno de la ciudad. Los trabajadores de emergencia siguen buscando a tres personas reportadas como desaparecidas en Monsuaba.
Otro deslizamiento de tierra en la pintoresca ciudad colonial de Paraty mató a una madre y seis de sus hijos, entre dos a 17 años.
Un séptimo niño fue rescatado con vida y llevado al hospital, donde se encuentra en condición estable, dijo la oficina del alcalde.
En Mesquita, un suburbio de Rio, un hombre de 38 años murió electrocutado tratando de ayudar a otra persona a escapar de las inundaciones, dijeron funcionarios y medios de comunicación.
El presidente Jair Bolsonaro dijo en Facebook que el gobierno federal envió aviones militares para ayudar en las labores de rescate y envió al secretario nacional de respuesta a desastres, Alexandre Lucas, al estado de Rio de Janeiro, que cuenta con 17,5 millones de habitantes.
Estas nuevas lluvias se producen seis semanas después de que inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra mataran a 233 personas en Petrópolis, la capital de veraneo imperial del siglo XIX, también en el estado de Rio de Janeiro.