Centenares de bomberos están buscando este sábado a ocho personas desaparecidas en el sureste de Francia, horas después de fortísimas lluvias que provocaron impresionantes desbordamientos de los ríos e inundaciones.
Un gendarme que había pasado horas en paradero desconocido fue finalmente encontrado sano y salvo este sábado, informó el ministro de Interior, Gérald Darmanin.
Las tareas de búsqueda prosiguen para encontrar al menos a otras ocho personas, que fueron arrastradas por el agua, indicaron los bomberos.
Entre las personas desaparecidas hay dos bomberos y otras dos personas cuya casa se derrumbó por la fuerza del agua y se vieron arrastradas por la corriente, según estas fuentes.
Al sobrevolar la región en helicóptero, los bomberos comprobaron que hay carreteras cortadas o con tramos hundidos, casas que quedaron al borde de un precipicio porque la riada destrozó la carretera y pueblos aislados.
También hay zonas que están sin señal telefónica y miles de personas están privadas del suministro eléctrico.
"La situación en algunas localidades es catastrófica", dijo a la AFP el diputado Eric Ciotti. El primer ministro francés, Jean Castex, y el titular de Interior acudirán a la zona este sábado.
Hace un año, esta región de Francia fronteriza con Italia sufrió severas inundaciones que dejaron 14 muertos en dos semanas.