El Consejo de Seguridad de la ONU instó el viernes a reanudar "sin precondiciones y en buena fe" las negociaciones sobre Sáhara Occidental, al votar una resolución que prolonga un año la misión de la organización (Minurso) en la región.
Este texto, redactado por Estados Unidos, se aprobó con la abstención de Rusia y Túnez.
Está prevista que las negociaciones se reanuden bajo la égida del nuevo emisario de la ONU, el italiano Staffan de Mistura, "con vistas a lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable", en la perspectiva de la "autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental", precisa el texto.
Según algunos diplomáticos, esta mención, que figura dos veces en la resolución, fue agregada por Estados Unidos al final de unas arduas negociaciones para contentar a Rusia, muy crítica con la redacción inicial.
La resolución reitera asimismo "la necesidad de respetar plenamente los acuerdos militares concluidos con Minurso relacionados con el alto el fuego".
También "insta a las partes (...) a abstenerse de toda acción que podría socavar las negociaciones que lleva a cabo la ONU o desestibilizar aún más la situación" en la excolonia española.
Desde hace un año, la Minurso (Misión de Naciones Unidas para la organización de un referéndum en Sáhara Occidental), dirigida desde hace poco por Rusia, enfrenta múltiples dificultades para cumplir su mandato de observación debido a las trabas que erigen ambas partes.
Argelia, que rompió relaciones diplomáticas a fines de agosto con Marruecos, instó recientemente al retiro de las fuerzas marroquíes desplegadas a fines de 2020 en una zona de seguridad en el Sáhara Occidental.
Argel también manifestó su oposición a una reanudación de las negociaciones en la forma de mesas redondas organizadas en Suiza.
Tras una larga interrupción, la última de estas mesas redondas, que reunían a Marruecos, los independentistas saharáuis del Frente Polisario, así como Argelia y Mauritania en tanto que observadores, se realizó en la primavera de 2019, poco antes de que el emisario de la ONU de la época, el alemán Horst Köhler, dimitiera ante la ausencia de avances.
Staffan de Mistura tiene la tarea de relanzar la mediación de la ONU a partir del 1 de noviembre.
La ONU considera al Sáhara Occidental como un "territorio no autónomo" ante la ausencia de una solución definitiva al conflicto que opone desde hace décadas a Marruecos y al Frente Polisario, que cuenta con el apoyo de Argelia.
Rabat, que controla cerca del 80% de este enorme territorio desértico rico en fosfatos y con aguas territoriales ricas en peces, propone un plan de autonomía bajo su soberanía.
El Polisario reclama por su parte un referéndum de autodeterminación bajo la égida de la ONU como se estipuló en el alto el fuego firmado en 1991 pero que nunca se concretó.