El papa Francisco pidió este miércoles a la junta militar en Birmania que cese la represión y abra el diálogo tras la nueva jornada de violencia y muerte contra los manifestantes que protestan contra el golpe de Estado.
"Recibo noticias tristes desde Birmania sobre los sangrientos enfrentamientos con pérdida de vidas humanas. Deseo llamar la atención de las autoridades involucradas para que el diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia", dijo Francisco al término de la audiencia general celebrada sin fieles en el palacio pontificio.
"La comunidad internacional debe trabajar para que las aspiraciones del pueblo de Birmania no se vean sofocadas por la violencia", instó.
El papa ha manifestado en varias ocasiones su solidaridad con el pueblo birmano tras el golpe militar y ha exigido la liberación de los líderes detenidos.
Al menos siete manifestantes a favor de la democracia murieron este miércoles y varios resultaron heridos por las fuerzas de seguridad que continúan disparando contra la gente.
La junta militar ha intensificado su represión desde el golpe que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi el 1 de febrero.