Papa pide rezar contra división en la Iglesia

Redacción

  · sábado 29 de septiembre de 2018

Foto: Notimex

El Papa Francisco, mientras afronta la peor crisis de su pontificado, convocó a todos los católicos del mundo a rezar el rosario cada día durante el mes de octubre para proteger a la Iglesia “del diablo”, que siempre apunta a dividir “de Dios” y entre los propios miembros.

El anuncio formal, dado a conocer este sábado por la sala de prensa del Vaticano, aseguró que el pontífice invita también a los fieles a unirse “en comunión y en penitencia”, invocando la ayuda de la Virgen y de San Miguel Arcángel.

Se trata de una petición peculiar, que llega cuando arrecian acusaciones cruzadas por la gestión de los abusos sexuales contra menores y cuando diversos obispos cuestionan abiertamente la autoridad del líder católico en varios campos.

En una nota, la Santa Sede precisó que “sólo la oración puede vencer” al “gran acusador”, en referencia al demonio, y recordó que en la tradición católica, en los momentos de turbulencia espiritual los grandes santos y místicos aconsejaban recitar una oración especial.

“Con esta solicitud de intercesión, el santo padre pide a los fieles de todo el mundo rezar para que la santa madre de Dios ponga a la Iglesia bajo su manto protector”, indicó.

“Para preservarla de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla al mismo tiempo cada vez más consciente de sus culpas, de los errores, de los abusos cometidos en el presente y en el pasado, y empeñada a combatir, sin ninguna duda, para que el mal no prevalezca”, añadió.

Además, justo cuando se celebra -este día- la fiesta de san Miguel Arcángel, el Papa pidió que al final de cada rosario recitado los fieles pronuncien la oración dedicada a este ángel y escrita por el Papa León XIII.

Ese texto pide abiertamente que el arcángel defienda a todos “en la lucha” y sea ayuda “contra la maldad y las insidias del demonio”. Considerado como el “príncipe de la milicia celeste”, Miguel es apreciado por la tradición eclesiástica el enemigo directo del demonio.