La policía de Bielorrusia usará "si es necesario" armas de fuego y "equipos especiales" para controlar a los manifestantes, advirtió este lunes el Ministerio del Interior, al considerar que el movimiento de protesta se está radicalizando.
Las fuerzas del orden "no abandonarán las calles y utilizarán, si es necesario, equipos especiales y armas de combate", dijo el Ministerio en Telegram.
Según las autoridades, estas medidas se justifican por el hecho de que "las manifestaciones, que se han realizado principalmente en Minsk, se volvieron organizadas y extremadamente radicales".
El domingo, la policía reprimió violentamente la gran manifestación semanal para protestar contra la controvertida reelección del presidente Alexander Lukashenko, usando cañones de agua y granadas ensordecedoras contra la multitud.
La movilización se desencadenó por las sospechas de fraudes durante las elecciones presidenciales del 9 de agosto y cada domingo saca a las calles a decenas de miles de personas.
La Unión Europea anunció el lunes que está lista para aplicar sanciones a Lukashenko, a raíz de esa nueva jornada de violenta represión a las manifestaciones opositoras.
Casi todas las figuras de la oposición están detenidas o en el exilio y la semana pasada las autoridades anularon las acreditaciones de todos los medios de comunicación extranjeros, lo que obstaculiza la cobertura de los acontecimientos.
Cientos de manifestantes, responsables de movimientos políticos, organizaciones sindicales y periodistas han sido detenidos desde principios de agosto y encarcelados por haber participado o organizado la protesta.