El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, instó el martes a los países ricos a ayudar más a las naciones vulnerables al cambio climático durante una visita de Estado al Reino Unido, primera en el país desde que Carlos III subió al trono.
El rey, la reina consorte Camila, el príncipe heredero Guillermo y su esposa Catalina dieron la bienvenida al presidente sudafricano en una ceremonia tradicional en el Horse Guard Parade de Londres, antes de una recepción en el Palacio de Buckingham.
La esposa de Ramaphosa, Tshepo Motsepe, no viajó finalmente a Londres dado que se está recuperando de una reciente operación ocular, informó la presidencia sudafricana a la AFP.
Durante un discurso ante el parlamento británico, el mandatario reconoció la corrupción endémica en su país, práctica de la que él mismo está acusado.
Prometió "reconstruir" su decaída economía y pidió que el reciente acuerdo alcanzado en la conferencia sobre el clima COP27 de Egipto para crear un fondo de compensación a las naciones desfavorecidas se convierta en dinero contante y sonante.
"Esto no es caridad", afirmó. "Es una compensación por el daño que se ha hecho -y el que aún se hará- a la gente de las economías en desarrollo como consecuencia de la industrialización de los países ricos", defendió.
Esta es la primera visita de Estado desde que Carlos III ascendió al trono tras la muerte de su madre, Isabel II, en septiembre. Y la primera organizada en el Reino Unido desde junio de 2019, cuando la reina recibió al presidente estadounidense Donald Trump.
"El hecho de que Sudáfrica sea el primer país acogido (para una visita de Estado) por su majestad el rey demuestra nuestro compromiso con el desarrollo de asociaciones con África", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly.
Ramaphosa se reunirá el miércoles con el primer ministro Rishi Sunak.
Este viaje tiene lugar en un momento delicado para el presidente sudafricano, que se enfrenta al descontento de su país por la situación económica.
También se le acusa de haber comprado el silencio de unos ladrones que se toparon con varios millones en efectivo en una de sus propiedades en febrero de 2020, lo que levantó sospechas de blanqueo de dinero y corrupción, algo que él niega.
Los resultados de una investigación en curso podrían dar lugar a una votación en el parlamento sudafricano para destituir a Ramaphosa, quien denuncia una maniobra política para evitar que se presente a su reelección en 2024.