El primer ministro tailandés, Prayut Chan O Cha, convocó el lunes una sesión extraordinaria del parlamento ante un movimiento de protesta que sigue desafiando al gobierno, con convocatorias de nuevas manifestaciones para pedir la liberación de militantes y una reforma de la monarquía.
Varios decenas de miles de manifestantes, jóvenes en su mayoría, salieron a la calle la semana pasada en Bangkok pese a una prohibición de reuniones de más de cuatro personas.
"Solicitamos la apertura de una sesión extraordinaria para resolver este conflicto", indicó el primer ministro.
"Pido a los manifestantes que protesten pacíficamente. El gobierno ya hizo algunos compromisos", advirtió.
Unas 20.000 personas manifestaron en la capital tailandesa el domingo, según la policía. Por su parte, los medios locales y los manifestantes hablaban de grandes multitudes.
El movimiento, que no tiene un líder definido, pide la dimisión del primer ministro, un exgeneral que llegó al poder con un golpe de Estado en 2014, así como una revisión de la Constitución que, estiman, favorece a los militares durante elecciones.
El movimiento reclama también que se derogue la ley de lesa majestad, que castiga con entre tres y 15 años de cárcel cualquier difamación o insulto hacia la monarquía y su familia.
Igualmente pide una reforma de la poderosa y acaudalada monarquía, un tema tabú en el país hasta hace poco.
Los manifestantes desearían una mayor transparencia en las finanzas de la corona y que el soberano Maha Vajiralongkorn no intervenga en los asuntos políticos.
El movimiento de protesta parece ganar terreno en el país. El domingo hubo concentraciones pequeñas en varias ciudades, como en Phuket, en el sur, o Khon Kaen, en el noreste.
El primer ministro advirtió el lunes que el gobierno debía proteger a la monarquía. "Es el deber de todos los tailandeses", indicó a periodistas.