El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió este miércoles a los ciudadanos que "escuchen a los expertos" y se vacunen, aunque se opuso a una inmunización obligatoria en el ámbito nacional, pese a que el país registró un récord de muertes por covid-19 por segundo día consecutivo.
"No apoyo la vacunación obligatoria", afirmó en una sesión anual televisada donde responde preguntas de los ciudadanos, a quienes invitó a vacunarse de manera voluntaria.
"Siempre ha habido gente que, de manera general, considera que no hay que poner vacunas, y son muchos (...) no sólo en nuestro país sino también en el extranjero", dijo. Pero "no hay que escuchar a la gente que no entiende nada de estas cosas, que se basa en rumores, sino a los expertos", agregó.
Aunque no está de acuerdo con la inmunización obligatoria a nivel nacional, Putin destacó que, para evitar un confinamiento estricto, "algunas regiones están introduciendo" esa obligatoriedad de vacunación "para determinadas categorías" de personas.
El país, que sufre un pico de contagios por la variante Delta, altamente infecciosa, reportó 669 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, superando el reporte de 652 decesos el día anterior, de acuerdo con un recuento del gobierno.
Las ciudades más afectadas son la capital, Moscú, y San Petersburgo, segunda ciudad del país y sede de partidos de fútbol de la Eurocopa, que registraron 117 y 111 muertos, respectivamente.
En total, el país registró 21.042 nuevas infecciones en las últimas 24 horas y ya suma 5,5 millones de casos desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
El número de muertes registradas oficialmente es de 135.214, pero la agencia de estadísticas Rosstat, que tiene una definición más amplia de los decesos relacionados con el covid-19, había contabilizado 270.000 muertes hasta finales de abril.
Así, Rusia es el país europeo con el mayor número de muertes por covid-19, mientras que la campaña de vacunación iniciada en diciembre ha sido muy lenta, debido a la desconfianza de la población.
Moscú volvió a imponer medidas como el retorno al teletrabajo para una parte de los empleados, la vacunación obligatoria de los trabajadores del sector servicios y un pase sanitario para ir a los restaurantes.
Pero por ahora no se prevé un confinamiento general como el impuesto en la primavera de 2020 en esta capital de 12 millones de habitantes.
El gobierno admitió el lunes que su objetivo de tener vacunado al 60% de la población antes de otoño era inalcanzable.