El gobierno de Reino Unido reiteró su solidaridad y ayuda a la comunidad guatemalteca, que aún permanece en albergues a ocho semanas de haber sido afectada por la erupción del Volcán del Fuego.
“El Reino Unido se solidariza con el pueblo de Guatemala y sigue dispuesto a brindar la asistencia necesaria” para los damnificados, puntualizó la embajadora británica ante Guatemala, Carolyn Davidson, quien visitó tres albergues en el departamento de Escuintla para verificar la atención a los afectados.
Reino Unido aportó 600 mil quetzales (unos 82 mil dólares) para atender a los damnificados que está en los albergues tras la erupción del volcán, ocurrida el 3 de junio pasado y que dejó 159 muertos, 265 desaparecidos, afectó a más de un millón 714 mil personas, destruyó 186 viviendas y causó severos daños a 750.
Más de 400 mil quetzales de la ayuda británica provinieron del denominado Start Fund, y son administrados por la organización no gubernamental Acción Contra el Hambre, que trabaja a nivel global en programas para garantizar el acceso al agua limpia, comida y servicios sanitarios básicos.
La asistencia se ha centrado en las familias damnificadas, pero también ha contribuido con orientación técnica para fortalecer a las autoridades científicas de Guatemala encargadas del monitoreo de riesgos y preparación de escenarios ante futuras emergencias.
Con la cooperación británica, más de mil personas en los albergues se han beneficiado de acceso a equipos básicos de higiene personal, duchas y baños portátiles, con lo cual se ha evitado la propagación de enfermedades.
La embajadora Davidson reconoció la capacidad de reacción de las organizaciones internacionales humanitarias ante esta crisis, en coordinación con el gobierno de Guatemala.
El Start Fund es un fondo al que contribuye mayoritariamente Reino Unido junto a Irlanda, Holanda, Bélgica y la Unión Europea.
La erupción de junio del Volcán de Fuego, situado a unos 60 kilómetros de la capital guatemalteca, entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, ha sido la más devastadora en los últimos 50 años.
El gobierno guatemalteco habilitó varios albergues que en un inicio atendieron a más de cuatro mil personas, pero hasta la semana pasada permanecían dos mil 839 sobrevivientes en 15 albergues oficiales, en especial en el departamento de Escuintla.