El Reino Unido y la Unión Europea reanudaron el lunes las negociaciones comerciales posbrexit por videoconferencia, debido a la infección de un negociador con coronavirus, cuando ya se han superado todas las fechas límites y se acerca el fin del periodo de transición.
Estancadas desde hace meses en unos pocos puntos claves, las conversaciones fueron suspendidas el jueves al descubrirse un caso de covid-19 en el equipo europeo, que obligó al francés Michel Barnier y a su homólogo británico David Frost a poner fin a todas las reuniones cara a cara.
"Después de las discusiones técnicas de este fin de semana, las negociaciones continúan hoy en línea con David Frost y nuestros equipos", anunció Barnier en Twitter.
"El tiempo se está acabando. Sigue habiendo diferencias fundamentales, pero seguimos trabajando duro para llegar a un acuerdo", añadió.
Quedan unos 40 días hasta el 31 de diciembre, fecha en que termina el período de transición posbrexit, durante el cual el Reino Unido -que abandonó oficialmente la UE el 31 de enero- ha seguido aplicando las normas europeas.
Sin un tratado comercial que rija su relación, Londres y Bruselas corren el riesgo de un nuevo choque económico que se sume a las graves consecuencias financieras de la pandemia.
Ambas partes esperaban concluir un acuerdo a mediados de noviembre a más tardar para permitir su ratificación por los respectivos parlamentos antes de finales de año.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó el viernes que se han registrado "progresos" en los últimos días pero queda "todavía mucho trabajo" por hacer.
Los escollos giran en torno a las garantías de competencia leal exigidas a Londres por Bruselas, el acceso de los barcos europeos a las ricas aguas pesqueras británicas y la forma de resolver los desacuerdos en el futuro acuerdo.
El primer ministro británico Boris Johnson ha expresado en repetidas ocasiones que está preparado para una ruptura brutal si no obtiene concesiones suficientes por parte de la UE.
Su ministro de finanzas, Rishi Sunak, dijo el domingo que Londres "no debe tratar de llegar a un acuerdo a toda costa".
"Sería preferible llegar a un acuerdo, ya que facilitaría las cosas a corto plazo", afirmó, pero "el mayor impacto en nuestra economía no será provocado por esto, sino por el coronavirus".