Río de Janeiro, (Notimex).- Las autoridades de Río de Janeiro admitieron hoy errores en el esquema de seguridad creado para el Carnaval después que asaltos, brotes de violencia e incluso tiroteos impactaran al desarrollo de la mayor fiesta brasileña del año.
“El error fue nuestro”, dijo el gobernador Luiz Eduardo Pezao, muy criticado por su gestión del esquema de seguridad, a pesar de haber desplegado 17 mil policías, 43 por ciento más que el año pasado.
Imágenes de vecinos mostraron a grupos de jóvenes asaltando y apaleando a turistas en varias de las principales avenidas frente al mar en Río de Janeiro, mientras tres policías fallecieron por disparos y atropellamientos durante los cuatro días de festividades.
Asimismo varios integrantes de las escuelas de samba que desfilaron el lunes y el martes por el Sambódromo fueron asaltados en sus autos cuando llegaban a la instalación, incluso sus disfraces fueron robados.
El estado de Río de Janeiro y su capital homónima viven desde finales de 2016 un recrudecimiento de la violencia, y en las últimas semanas la situación empeoró con tiroteos entre criminales y policías que no cesan de causar víctimas civiles inocentes y cerrar vías expresas.
En 2017 hubo 138 policías muertos en el estado, mientras más de 500 personas murieron el año pasado por disparos de la policía, según datos oficiales.