El número de muertos por un deslizamiento en un campamento de Malasia se elevó a 26, tras hallar el cadáver de un hombre abrazado a un perro, al mismo tiempo que los rescatistas continuaban el miércoles la búsqueda en el terreno lodoso.
Siete personas siguen desaparecidas tras el deslizamiento del viernes pasado en una finca orgánica cerca de la localidad de Batang Kali, al norte de la capital Kuala Lumpur.
Unas 680 personas de varias agencias participan en las tareas de rescate.
Los equipos de emergencia, que peinan el terreno fangoso, excavaron este miércoles hasta alcanzar el cuerpo de un hombre que todavía abrazaba a su perro, contó a AFP el subdirector de operaciones del departamento de incendios y rescate del estado de Selangor, Hafisham Mohamad Noor.
Los restos del hombre sin vida fueron trasladados a un hospital mientras que los del perro fueron entregados a los veterinarios, agregó.
En la noche del martes, se recuperó el cuerpo sin vida de una niña. El jefe de la policía local, Suffian Abdullah reveló que la pequeña tenía entre seis y diez años y que se encontró a cinco metros bajo tierra.
"Cuando la encontramos, la víctima iba vestida con pantalones de color rosa y camiseta de dormir", afirmó Abdullah en rueda de prensa.
Entre los 26 fallecidos, se hallan 8 niños.
Las autoridades dijeron que había más de 90 personas en ese campamento sin licencia, propiedad de una granja orgánica, cuando se produjo el desprendimiento de tierra en la madrugada del viernes.
Más de 60 personas fueron rescatadas o encontradas a salvo.
Los deslizamientos de tierra son comunes en Malasia tras intensas lluvias, que suelen ser habituales a finales de año. Sin embargo, no se registraron fuertes precipitaciones en la zona durante la noche del desastre.