Los talibanes paquistaníes anunciaron que no renovarán el cese el fuego de un mes que llegó a su término el jueves, sorprendiendo a Islamabad que esperaba que prolongasen la tregua.
El grupo, diferente a los talibanes afganos, pero inspirado en la misma ideología y con una larga historia en común, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) perpetró innumerables ataques sangrientos en ese país desde su creación, en 2007.
Debilitados por los intensos operativos del ejército en su contra, recuperaron fuerzas desde hace más de un año, lo que obligó a Islamabad a entablar negociaciones por primera vez desde 2014, merced a la mediación de sus pares afganos.
En un comunicado transmitido el jueves de noche, el TTP acusó al gobierno paquistaní de haber violado los términos del cese el fuego, no haber liberado a algunos de sus militantes presos y de asesinar a otros.
"Ahora, es al pueblo paquistaní decidir quién no respeta el acuerdo, si es el Tehreek-e-Taliban o el ejército paquistaní", plantea en su comunicado el TTP. "No es posible en las actuales circunstancias prolongar el alto el fuego", añade.
Dos funcionarios paquistaníes --uno gubernamental y otro de seguridad--, con sede en Peshawar (noroeste), y un comandante del TTP, bajo cubierta del anonimato, fueron contactados el jueves en Afganistán por la AFP, y afirmaron que ambas partes habían acordado reanudar la tregua y que Las autoridades paquistaníes habían liberado al menos a un centenar de cuadros del TTP como una muestra de confianza.
"Los integrantes de nuestro equipo de negociación habían recibido garantías de que se extendería el cese el fuego. Por lo tanto, nos sorprendió el comunicado del TTP", indicó este viernes a la AFP el mismo funcionario gubernamental.
"La mayoría de nuestros negociadores querían prolongar el cese el fuego y continuar las negociaciones para la liberación de combatientes del TTP, pero intervinieron algunos altos mandos del grupo y pusieron fin a la tregua", explicó por su lado el miembro del TTP contactado.
Nacido en las regiones tribales en el noroeste de Pakistán, fronterizo con Afganistán, el TTP ha asesinado a decenas de miles de civiles paquistaníes, y abatido a muchos miembros de las fuerzas de seguridad durante menos de una década. Un amplio operativo militar del ejército paquistaní en 2014 los expulsó de la zona.
El grupo estaba debilitado por los ataques de drones estadounidenses y las divisiones internas en su seno, a causa de alianzas con el Estado Islámico (EI). Pero, en 2020, bajo una nueva dirección que unió a diez facciones disidentes, recobró su fuerza.