El extremo invierno de Afganistán, que registra temperaturas bajo cero en varias zonas del país, pone en riesgo la subsistencia de unos diecisiete millones de afganos, advirtió este miércoles la organización no gubernamental Acción Contra el Hambre.
"El invierno tan extremo que se está viviendo en Afganistán pone en riesgo la alimentación de millones de personas. Uno de cada dos niños puede sufrir desnutrición debido a la situación que atraviesa el país", indicó en un comunicado.
El periodo invernal, que puede descender por debajo de los -20 grados centígrados, afecta seriamente a unos diecisiete millones de personas, buena parte de ellos niños, que "necesitan alimentos, medicamentos y material para calentarse", señaló.
Según la ONG, en la nación del sur asiático, las comunidades sufren de inseguridad alimentaria agravada por el impacto añadido de las sequías, choques climáticos erráticos, falta de infraestructura y el acceso limitado a los mercados, problemas que son especialmente agudos en regiones remotas.
Afganistán, devastado por dos décadas de guerra y una pobreza endémica, tiene uno de los indicadores más bajos de desarrollo humano, con millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria.
La organización humanitaria Save the Children advirtió también de la emergencia que podría provocar el gélido invierno, especialmente para la población infantil afgana.
"Más de 300.000 niños afganos se enfrentan a gélidas condiciones invernales que podrían provocar enfermedades, en el peor de los casos la muerte, sin ropa de invierno y calefacción adecuadas", advirtió en un comunicado publicado el pasado diciembre.
El cierre de las escuelas a causa del invierno es ya un grave golpe para los niños, porque el aula es a menudo la única fuente de calor para ellos, explicó el director de Save the Children en Afganistán, Chris Nyamandi.
"Sus familias no tienen dinero para comprar ropa de invierno. Así, los niños se ven obligados a acurrucarse en casa para escapar del frío", dijo.
El conflicto armado a menudo agrava el problema con miles de hogares destruidos y familias viviendo en campamentos para desplazados, sin condiciones adecuadas para las bajas temperaturas.
En los últimos meses las organizaciones humanitarias han urgido a la comunidad internacional a aumentar los fondos de ayuda destinados a Afganistán, donde, han dicho, las necesidades de las personas superan los recursos disponibles.