Salah Abdeslam, único superviviente del comando responsable de los atentados terroristas del 13 de noviembre de 2015 en París, se ha negado a responder a las preguntas del tribunal de Bruselas donde esta siendo juzgado por una balacera con la policía belga en marzo de 2016.
"No deseo responder a ninguna pregunta. Me acojo al silencio. Es mi derecho y me acojo a él. Mi silencio no me hace un criminal o culpable", contestó a la juíza Marie-France Keutgen al ser preguntado por que se niega a hablar.
Abdeslam se a negado a cooperar con las autoridades desde que fue detenido, el 18 de marzo de 2016, tres días después del episodio por el que está siendo juzgado.
El francés de origen marroquí pidió que el juicio "se base en pruebas tangibles y científicas, no se haga en la ostentación" o con el interés de complacer a la prensa.
"Constato que los musulmanes son juzgados sin piedad. No hay presunción de inocencia para los musulmanes", sostuvo.
"Estamos aqui para oírle. Respetamos la presunción de inocencia. No hay prejuicio", dijo la jueza al tratar de convencerle, sin éxito.
Abdeslam afirmó que responderá "únicamente a Alá" (máximo profeta de los musulmanes).
"No tengo miedo ni de usted ni de sus aliados. Deposito mi confianza en Alá", afirmó.
Por su parte, Sofian Ayari, complice de Abdeslam juzgado en el mismo juicio, sí contestó a algunas preguntas del tribunal, pero sin aportar revelaciones.
"No me acuerdo", "ya he hablado de eso y no deseo volver al tema", se limitó a responder a la mayoría de las preguntas.
Abdeslam y Ayari son juzgados por intento de asesinato contra los policías que hallaron su escondite en Bruselas en marzo de 2016, luego buscarlos durante cuatro meses.
De ser considerado culpable, Abdeslam podría ser condenado a 40 años de prisión.
Los agentes se alistaban a registrar un piso que creían vació cuando fueron recibidos a balazos por Abdeslam y otros dos hombres, Mohammed Belkaid y Sofian Ayari.
Según Ayari, tunecino de 24 años, Belkaid fue el único en abrir fuego en la ocasión.
Belkaid murió en la balacera, mientras que Ayari logró huir junto con Abdeslam.
Ambos estaban en la cocina del piso mirando una tableta cuando la policía hizo irrupción, explicó Ayari.
El episodio fue crucial para la captura del que era el prófugo más buscado de Europa, el 18 de marzo, lo que precipitaria los atentados de Bruselas, cuatro días después.
Los ataques en el aeropuerto internacional de Zaventem y la estación de metro Malbeek cobraron la vida a 32 personas y dejaron más de 300 heridas.
En París, 130 personas fallecieron en los atentados de noviembre de 2015, uno de los más sangrientos reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico.
El juicio de Abdeslam por ese episodio no deberá ocurrir antes de 2020.