La Unión Europea (UE) pretende que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adopte, durante la sesión que está celebrando, una resolución para crear un puesto de relator sobre Afganistán, según un documento divulgado este viernes.
En las últimas semanas, la UE y la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, han pedido que el Consejo -que está llevando a cabo una sesión hasta el 8 de octubre- ponga en marcha un mecanismo de vigilancia de las violaciones de los derechos humanos en Afganistán.
Sin embargo, algunos países, como Pakistán, han expresado su renuencia a establecer un mecanismo de investigación.
El proyecto de resolución de la UE expresa su preocupación por las supuestas violaciones de los derechos humanos "cometidas por los talibanes y otras partes en el conflicto" y propone nombrar un relator especial que esté "encargado de vigilar la situación de los derechos humanos" en Afganistán.
El relator se encargaría de elaborar un informe sobre la evolución de la situación de los derechos humanos en el país, formular recomendaciones para mejorar la situación y ayudar a Afganistán a cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos, asesorando al mismo tiempo a la sociedad civil.
En el proyecto de resolución se pide el fin inmediato de todas las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en Afganistán.
También se exige que se respeten las libertades fundamentales, incluida la libertad de reunión y de expresión.
El texto "condena la discriminación contra las mujeres y las niñas en todas sus formas", incluido el matrimonio forzado, y pide el establecimiento de un gobierno inclusivo, incluso en lo que respecta a los géneros y las minorías étnicas y religiosas.
El texto se presentó en una reunión oficiosa celebrada en Ginebra, en la que algunos diplomáticos lamentaron que el mandato del relator se limitara al futuro, mientras que otros países consideran que un mecanismo más sólido -como un grupo de expertos- estaría más a la altura de la situación.
Desde que tomaron el poder el 15 de agosto, los talibanes han tratado de convencer a la población y a la comunidad internacional de que han cambiado y de que su régimen será menos brutal que el anterior, entre 1996 y 2001, cuando las mujeres no podían trabajar ni estudiar.
A principios de septiembre se celebraron manifestaciones lideradas por mujeres en algunas ciudades, en las que se reclamaban más libertades. En algunas ocasiones, los talibanes las reprimieron con violencia, hasta que las prohibieron.
En el nuevo gobierno afgano no hay mujeres.