Los cancilleres de la Unión Europea alcanzaron este lunes acuerdos políticos para adoptar sanciones contra el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y funcionarios de Rusia por el envenenamiento del opositor Alexéi Navalni.
Durante una reunión en Luxemburgo, los ministros europeos de Relaciones Exteriores negociaron la unanimidad requerida para aplicar las sanciones.
En el caso de Bielurrusia, la UE ya había adoptado sanciones contra 40 funcionarios por la manipulación de las elecciones del 9 de agosto y la butal represión a opositores en las protestas que surgieron a continuación.
Por el acuerdo político de este lunes, los cancilleres ampliarán esa lista de sancionados para añadir a Lukashenko.
"De acuerdo con el abordaje progresivo que fue adoptado, la UE está lista a tomar otras medidas restrictivas, especialmente contra entidades y funcionarios de alto rango, incluido Alexander Lukashenko", apuntaron los cancilleres de la UE luego de la reunión en Luxemburgo.
Las sanciones consisten en "una prohibición a los viajes hacia la UE y el congelamiento de activos" contra personas consideradas responsables por la manipulación de las elecciones 9 de agosto y la represión a las protestas que ocurrieron a continuación.
Poco antes de ese comunicado, dos fuentes diplomáticas habían asegurado a AFP que los cancilleres lograron un acuerdo para alcanzar la unanimidad requerida para la aplicación de sanciones.
"Miembros de la familia del presidente y jueves también serán sancionados", dijeron esas fuentes diplomáticas.
Fuentes próximas de las negociaciones en Luxemburgo aseguraron que no hubo objeciones a la propuesta de ampliar la lista de sancionados para incluir a Lukashenko.
En su última cumbre, realizada en Bruselas, los líderes de la UE se habían abstenido de sancionar directamente a Lukashenko, con la esperanza de persuadirlo de que entablara un diálogo con las fuerzas de la oposición para resolver la crisis.
Sin embargo, el domingo la policía bielorrusa volvió a dispersar una protesta en la capital, Minsk, y con ello las presiones volvieron a aumentar.
Presión sobre Moscú
Igualmente, los ministros alcanzaron un acuerdo para aplicar sanciones a funcionarios rusos por el llamado "caso Navalni".
Crítico del gobierno de Vladimir Putin, Navalni, de 44 años, cayó gravemente enfermo el 20 de agosto mientras viajaba en un avión en Siberia, cuando hacía campaña en favor de los opositores para las elecciones locales y regionales.
Tras haber sido tratado unos días en un hospital siberiano, fue trasladado a un centro especializado en Berlín y continúa su convalecencia en la capital alemana.
El opositor ruso acusó directamente a Putin de estar detrás de su envenenamiento, acusación rechazada por Moscú, que la considera "inaceptable".
La adopción de sanciones contra los funcionarios rusos -cuyos detalles aún serán negociados- había sido impulsada enérgicamente por los gobiernos de Francia y Alemania, que critican la ausencia de una "explicación creíble" por lo ocurrido.
En un comunicado conjunto divulgado el miércoles, los cancilleres de los dos países señalaron que "ninguna explicación creíble ha sido proporcionada (por el momento) por Rusia".
Por ello, concluyeron no había otra explicación plausible del envenenamiento de Navalni que una "responsabilidad y participación rusa",