El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó hoy la “carnicería” que ha causado el conflicto armado en Yemen, donde al menos dos mil 200 niños han muerto y otros tres mil 400 han resultado heridos.
“No hay justificación para esta carnicería. Desde 2015, más de la mitad de las instalaciones de salud han dejado de funcionar y mil 500 escuelas han sufrido daños debido a ataques aéreos y bombardeos", lamentó la directora ejecutiva del Unicef, Henrietta Fore en un comunicado, publicado este martes en Ginebra.
La representante del Unicef criticó el impacto que la guerra en Yemen ha tenido para la población infantil, luego de regresar de un viaje de trabajo a varias ciudades yemenitas, donde constató el nivel de devastación que el conflicto ha causado en más de tres años.
La República de Yemen ha permanecido sumida en el caos desde fines de 2014, cuando rebeldes houthis tomaron el control de la sede del gobierno, el aeropuerto, escuelas y varios edificios públicos de Saná, obligando al presidente Abd Rabbah Mansur Hadi a huir a la portuaria ciudad de Aden.
"Acabo de llegar de Aden y Saná y vi lo que la guerra intensa, después de décadas de subdesarrollo y la indiferencia global crónica, pueden hacer a los niños: expulsados de la escuela, obligados a luchar, casados, hambrientos o muriendo de enfermedades prevenibles”. indicó.
Hoy, agregó Fore, 11 millones de niños en Yemen, más que toda la población de Suiza, necesitan ayuda para obtener alimentos, tratamiento, educación, agua y saneamiento. “Estos son solo números que hemos podido verificar. Las cifras reales podrían ser aún más altas”, destacó.
La directora ejecutiva de Unicef recordó que en Aden, en un centro que ofrece apoyo psicosocial a niños que huyeron de la violencia en Hodeida, una niña le entregó un dibujo del mundo en el que le gustaría vivir.
“(El dibujo) mostraba a una chica bien vestida sentada con ella en un parque, en un día soleado, justo al lado de una gran casa. Era lo opuesto al mundo que la rodeaba, entre persona desplazados, destrucción y miedo”, indicó.
En Saná, en un pabellón para niños desnutridos, vi a un niño de ocho meses con el peso de un bebé recién nacido y en una unidad de cuidados intensivos neonatales, vi pequeños bebés en incubadoras que luchaban por respirar, entre ellos unos gemelos unidos que necesitan cirugía para sobrevivir, cirugía que no pueden realizar en Yemen, agregó.
Fore indicó que ante la devastación en el país, la ayuda humanitaria internacional era la única opción para aliviar el sufrimiento de millones de personas y evitar una catástrofe humanitaria, por lo que hizo hincapié en la necesidad de continuar apoyando a la población yemenita.
Destacó que el UNICEF estaba proporcionando asistencia en efectivo a través de una iniciativa conjunta con el Banco Mundial (BM) para permitir que las personas puedan adquirir las necesidades básicas.
Además la agencia de las Naciones Unidas llevó en días pasado unas 50 toneladas de asistencia médica a Yemen, través del puerto de Al Hudaida, que beneficiaron a 250 mil mujeres y niños, que quedaron atrapados en medio de ataques de una operación militar de la coalición árabe.
La coalición árabe que lucha por restablecer el orden en Yemen, suspendió el domingo pasado su ofensiva militar para expulsar a los rebeldes houthi de la ciudad portuaria de Al Hudaida, luego de 19 días de intensos bombardeos.
Pese a la suspensión de la operación militar, denominada“Golden Victory” (Victoria Dorada), medios locales denunciaron que el amenos 11 civiles fallecieron esta madrugada en la portuaria ciudad por los bombardeos de la coalición, que siguen de manera esporádica.
Desde el inicio de la ofensiva en Al Hudaida, el 13 de junio pasado, más de cinco mil familias que vivían en las afueras de la ciudad han sido desplazadas, en medio de los combates entre los rebeldes houthi y las tropas yemenitas.